CRISIS
La atención en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) de Riobamba atraviesa una de sus peores crisis, dejando a cientos de afiliados en situación de vulnerabilidad. Las denuncias por demoras excesivas, falta de insumos médicos y gastos adicionales por servicios básicos son el reflejo de una gestión ineficiente que afecta a miles de riobambeños.

Casos como este, evidencian la gravedad de la situación, afiliados que cuentan con más de 35 años de aportaciones acuden al Hospital del IESS en Riobamba por emergencias moderadas, sin embargo, tienen que esperar más de dos horas para ser atendidos y, ante la falta de insumos, se ven obligados a adquirir insumos médicos por su cuenta.
Además, tienen que gastar en exámenes que el Hospital no les puede proporcionar. Por otro lado debido a la falta de suministro en las farmacias del IESS, los jubilados quienes requiere medicación constante para tratar enfermedades crónicas, no cuentan con los medicamentos, los familiares han tenido que asumir el gasto mensual en medicamentos como losartan y atorvastatina.
La situación no solo afecta a los pacientes directamente, sino también a sus familias, quienes deben buscar alternativas para cubrir los tratamientos. Esto genera una carga económica y emocional que pone en riesgo el bienestar de los hogares ecuatorianos.
Se ha generado una creciente desconfianza entre los afiliados, quienes se sienten abandonados por las autoridades. Los constantes atrasos en el suministro de medicamentos y la falta de insumos esenciales han llevado a muchos pacientes a buscar alternativas en el sistema privado, lo que representa un gasto adicional que no todos pueden asumir.
Los afiliados exigen respuestas inmediatas y soluciones concretas. La situación en el IESS de Riobamba es solo un reflejo de una problemática nacional que requiere una revisión profunda en la gestión del sistema de salud. Mientras tanto, cientos de ecuatorianos continúan enfrentando demoras, gastos imprevistos y un sistema que parece haberles dado la espalda.
Las cifras oficiales son alarmantes. Hasta abril de 2024, la deuda del Gobierno ecuatoriano al IESS alcanzaba los 6.855 millones de dólares, de los cuales 5.036 millones correspondían a servicios de salud y 1.819 millones a atrasos en el pago de pensiones. Esta situación financiera, sumada a la falta de una gestión eficiente, agrava los problemas de abastecimiento y atención.