NACIONAL.-
Un oscuro y crítico momento sacudió al órgano rector del fútbol ecuatoriano, la embarazosa clausura a las oficinas de la FEF por parte de la municipalidad de Guayaquil, ha afectado gravemente la reputación de la entidad.
El sorteo, que debía ser un momento de emoción y expectación para los equipos que buscan el ascenso a la serie B en esta temporada, se vio empañado cuando el municipio de Guayaquil procedió a clausurar el edificio de las oficinas de la FEF debido a la falta de pago de impuestos. Esta acción inesperada obligó a suspender el sorteo, extendiendo aún más la angustiosa espera de conocer a los rivales de los equipos de Chimborazo. La noticia generó indignación entre la comunidad futbolística. La imagen de una federación incapaz de cumplir con sus obligaciones financieras ha erosionado su credibilidad y reputación. Esta crisis en la FEF ha provocado un debate sobre la gestión administrativa de la entidad que entorpeció una planificación importante.