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El exfutbolista brasileño Dani Alves se mantiene en prisión mientras se desarrolla su situación judicial tras el inicio de su juicio por presunta agresión sexual a una mujer en una discoteca de Barcelona en diciembre de 2022.
Durante esta primera jornada, Dani Alves optó por no declarar, manteniéndose tranquilo y sin realizar gestos notorios mientras escuchaba los testimonios. Sin embargo, su silencio contrasta con la declaración de la denunciante, una joven de 24 años que reforzó su denuncia inicial durante la audiencia. La mujer prestó su testimonio en un espacio cerrado, sin acceso a la prensa, para proteger su identidad. La corte dispuso medidas adicionales, como pixelar el video de su declaración y distorsionar su voz, para salvaguardar su privacidad en caso de filtración. Además, la prima de la denunciante también declaró como testigo, describiendo la situación emocional que el incidente ha tenido en su prima.
En el transcurso del último año, la defensa de Dani Alves ha variado varias veces, desde negar cualquier contacto sexual hasta admitir un encuentro consensuado. Ahora, en su quinta versión, Alves alega estar bajo los efectos del alcohol y sin control sobre sus acciones en el momento de los hechos. Su abogada ha buscado evidencias del consumo de alcohol esa noche y ha contactado a testigos, incluida su expareja, para respaldar esta versión. El juicio continuará con la declaración de otros testigos y el análisis de datos periciales relacionados con el caso, como los exámenes médicos de la denunciante y la información del circuito de televisión interno de la discoteca. Se espera que la sentencia para el futbolista se conocerá a finales de febrero, con posibles condenas que oscilan entre pocos años de cárcel y hasta 12 años, solicitados por la Fiscalía y la víctima.
