SITUACIÓN
La noche del lunes 7 de octubre, una situación inesperada generó malestar entre los transportistas en Riobamba. Una gran cantidad de vehículos, tanto livianos como pesados, se aglomeró en la gasolina ubicada al lado del Colegio Cisneros debido a la falta de diésel, combustible esencial para los transportistas de carga pesada. La sorpresa fue generalizada, ya que ninguno de los conductores había sido advertido con anterioridad sobre el desabastecimiento, lo que provocó retrasos considerables en sus recorridos hacia otras regiones del país.
El problema comenzó alrededor de las 19:00, cuando los primeros vehículos arribaron a la estación en busca de combustible, solo para encontrarse con que el diésel no estaba disponible. A medida que avanzaba la noche, la fila de vehículos crecía, con transportistas que esperaban pacientemente noticias sobre la llegada de más combustible.
La frustración era palpable. Uno de los transportistas afectados, que se dedica al traslado de ladrillos, comentó: “Llevo más de dos horas esperando y no nos dicen nada concreto. Nos informó que el diésel podría llegar recién en la madrugada del martes”.
El impacto fue especialmente duro para los transportistas de carga pesada, quienes movilizaban productos hacia distintas zonas del país. Algunos de ellos señalaron que el desabastecimiento no solo afectó a Riobamba, sino también a ciudades cercanas.
Transportistas que viajaban desde Quito reportaron que la situación era similar en Ambato, lo que amplió la crisis para aquellos que dependen del combustible para cumplir con sus compromisos laborales. “He recorrido varias gasolinaras en búsqueda de diésel y no hay en ninguna. Deberían avisar con anticipación para que estemos prevenidos”, declaró uno de los conductores.
El desabastecimiento del diésel no solo generó inconvenientes para los transportistas, sino que también tuvo un efecto dominó en las cadenas de suministro. Los productos que se transportaban, entre ellos alimentos y materiales de construcción, se vieron retenidos en medio de sus rutas, lo que podría generar retrasos en la distribución a nivel regional y nacional. Esto pone de aliviar la dependencia del transporte pesado para la economía del país y cómo un problema logístico, como la falta de combustible, puede afectar a múltiples sectores.
Los expertos en logística advierten que este tipo de situaciones podría tener repercusiones graves si no se toman medidas adecuadas. La falta de diésel, un insumo crítico para el transporte de carga, afecta directamente el tiempo de entrega de productos y, en consecuencia, la actividad económica.
Uno de los puntos más críticos por los transportistas fue la falta de comunicación por parte de las autoridades y de las propias estaciones de servicio. Muchos de los conductores afectados señalan que, de haber sido informados con anticipación, habrían podido tomar medidas preventivas, como reabastecerse antes o planificar rutas alternativas. “Nos enteramos de la falta de diésel cuando ya estábamos aquí. Eso nos afecta mucho porque tenemos compromisos que cumplir, y ahora no sabemos si llegaremos a tiempo”, manifestó un transportista que cubre rutas hacia la Costa.
Hasta el momento, no ha habido un pronunciamiento oficial sobre la causa del desabastecimiento, aunque algunos especulan que podría estar relacionado con problemas en la distribución desde las refinerías o en la cadena de suministro de las estaciones de servicio.