INVESTIGACIÓN.-
En un emocionante avance científico, docentes de la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo (ESPOCH) y de la Universidad Checa de Ciencias del Neotrópico, encabezados por investigadores de la Facultad de Recursos Naturales y el profesor Milos Trizna, han anunciado el descubrimiento de una nueva especie de insecto en las regiones de Orellana y Sucumbíos, Ecuador.
La especie, bautizada como Piezonemus Espoch sp.n., fue identificada en reconocimiento al apoyo brindado por la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo. Este descubrimiento, que ha generado gran entusiasmo en la comunidad científica, aporta valiosas perspectivas sobre la diversidad y evolución de los insectos en las regiones mencionadas. El profesor Milos Trizna, líder de la investigación, señaló que este hallazgo no solo enriquece el conocimiento sobre la fauna neotropical, sino que también subraya la importancia de la colaboración internacional en la investigación científica. “El intercambio de conocimientos y recursos entre instituciones académicas de diferentes partes del mundo es esencial para comprender la biodiversidad y preservar nuestro entorno”, expresó Trizna. La nueva especie de insecto ha sido estudiada minuciosamente, y los investigadores destacan la singularidad de sus características morfológicas y genéticas. Este descubrimiento proporciona una ventana única para explorar la evolución de los insectos en las selvas tropicales ecuatorianas y sus ecosistemas circundantes. La rectora de la #ESPOCH, en una declaración oficial, expresó su orgullo por la contribución de la institución a este importante logro científico. “La investigación y la exploración de nuestra biodiversidad son fundamentales para el desarrollo sostenible y la preservación de nuestro patrimonio natural. Este descubrimiento demuestra el compromiso de nuestra institución con la excelencia académica y la contribución al avance del conocimiento”, afirmó la rectora.
El hallazgo de Piezonemus Espoch sp.n. destaca la importancia de la conservación de los ecosistemas tropicales y subraya la necesidad de seguir apoyando la investigación científica en áreas clave de biodiversidad. Este emocionante descubrimiento refuerza la posición de Ecuador como una región crucial para la investigación biológica y destaca el papel vital de la cooperación internacional en la expansión de nuestro entendimiento sobre el mundo natural.
