Hoy es 1º de Mayo, Día del Trabajo. Hoy, como todos los años, se celebra el Día del Trabajo en memoria de sindicalistas conocidos como los “Mártires del Chicago” ejecutados por su participación en la lucha por la jornada laboral de ocho horas diarias, en una huelga que se inició en Chicago el 1 de mayo de 1886.
Hoy, los trabajadores ecuatorianos salen a las calles en una marcha unitaria de sindicatos y asociaciones y otros sectores de la ciudadanía. Esta celebración es un hecho político, posiblemente con un tono fuerte de reclamo ante la realidad que vive el país. El 1º de Mayo debería ser el día en que la fuerza laboral se una, se cohesione, se fortalezca en la lucha dialéctica por sus reivindicaciones, aspiraciones y derechos. Pero el momento en que la política incursiona, los ideales comunes se van, se pueden ir al suelo, al tacho de la basura histórica porque más pueden las pasiones y los intereses partidistas que la dignidad y la unidad de la clase trabajadora.
Hacemos votos para que en el 1º de Mayo no haya espacio para el principio maquiavélico “Divide y reinarás”. Anhelamos que los sectores o facciones en pugna dentro de la clase trabajadora puedan sentarse a la mesa de un diálogo sincero, constructivo, frontal, solidario, unitario y que su actitud vaya más allá del inoficioso e intrascendente empeño de medir fuerzas y evidenciar números, porque finalmente, la ciudadanía lo que anhela es vivir en paz, con trabajo digno, vivienda, salud, educación, en el marco de la libertad y la democracia, del respeto y la tolerancia, con disensos y consensos; es decir, vivir aceptablemente bien, y eso solo es posible con esfuerzo, unidad, organización, trabajo, dignidad, sueños, ideales comunes en función de patria.