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viernes, agosto 1, 2025

Ecuador avanza en turismo responsable

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Kumbha Mela: un refugio de turismo consciente florece en el bosque nublado del Chocó Andino Mindo, Ecuador. En medio del exuberante bosque nublado del Chocó Andino, un nuevo destino turístico está marcando la diferencia en la forma de viajar y habitar la naturaleza.

Kumbha Mela, equilibrio entre turismo y territorio.

Se trata de Hostería Kumbha Mela, un espacio que fusiona la espiritualidad, la sostenibilidad y la hospitalidad consciente en uno de los ecosistemas más biodiversos del planeta.

Inspirado en la esencia del festival espiritual hindú Kumbha Mela, este enclave natural ubicado en las montañas de Mindo se presenta como un refugio para quienes buscan mucho más que descanso: una experiencia transformadora que conecta cuerpo, mente y entorno.

“Dormir se convierte en un acto consciente, una invitación a despertar con propósito y respirar en sintonía con la Tierra”, expresan sus fundadores.

Lejos del turismo masivo y de alto impacto, Kumbha Mela adopta una visión regenerativa. Cada detalle —desde sus cabañas ecológicas integradas al paisaje, hasta sus prácticas de gestión ambiental— responde a un compromiso firme con la protección del bosque nublado de Mindo.

En su camino hacia la sostenibilidad, la hostería cuenta con el acompañamiento técnico de SICMA Ecuador, a través del programa Go Neutral, una iniciativa que guía a las organizaciones hacia la Carbono Neutralidad mediante mediciones rigurosas, reducción planificada de emisiones y compensación futura.

Este enfoque no responde a una tendencia pasajera. En Kumbha Mela, la coherencia entre el entorno que se protege y la experiencia que se ofrece es el verdadero lujo: vivir sin dañar, disfrutar sin agotar.

Kumbha Mela ofrece actividades para todas las edades y sensibilidades: caminatas al Santuario de Cascadas, recorridos en la emblemática Tarabita de Mindo, sesiones de conexión espiritual, y una gastronomía local elaborada con ingredientes frescos y conciencia ambiental.

Más que una simple estadía, el visitante encuentra aquí un llamado profundo a reconectar con lo esencial. Cada amanecer es acompañado por el canto de aves endémicas y el susurro de la neblina entre los árboles, en un ambiente que invita al silencio, la contemplación y el equilibrio emocional.

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