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sábado, mayo 10, 2025

Ecuador es el segundo país con más incautaciones de cocaína

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NARCOTRÁFICO

Ecuador se consolida como un eslabón clave en el mapa global del narcotráfico. En 2024, el país alcanzó un récord de 252 toneladas de cocaína incautadas, la segunda cifra más alta de América Latina, solo detrás de Colombia (279 toneladas) y muy por encima de Panamá (99 toneladas).

Ecuador se consolida como eje clave del narcotráfico global tras incautaciones históricas.

El dato, recogido por el sitio especializado InsightCrime, confirma el giro alarmante: Ecuador ya no es solo una zona de tránsito, sino un punto estratégico en la cadena internacional de distribución de esta droga.

Estas cifras no solo revelan la eficiencia de los operativos antidrogas. También exponen una realidad más compleja: Ecuador se ha convertido en una pieza clave del engranaje del narcotráfico mundial, tanto por su ubicación estratégica como por la presencia creciente de organizaciones criminales transnacionales que han echado raíces en su territorio.

El informe de InsightCrime señala que en 2024 se registró un fuerte aumento en la producción global de cocaína. Esta expansión obligó a los carteles a abrir nuevas rutas y mercados de destino, lo que convirtió a Ecuador en un nodo ideal: tiene puertos en el Pacífico, fronteras porosas con Colombia y Perú, redes logísticas desarrolladas y, hasta hace poco, una institucionalidad menos presionada por el narcotráfico en comparación con sus vecinos.

Ese contexto propició que el país se consolidara como plataforma de exportación de grandes cargamentos de droga hacia Europa, Norteamérica e incluso Asia. Y el precio de ese protagonismo no tardó en sentirse: el narcotráfico ha traído consigo una ola de violencia sin precedentes.

Solo en los primeros meses de 2025, Ecuador ha vivido el inicio de año más sangriento de su historia. Los asesinatos por encargo, los ataques con explosivos y las balaceras en zonas urbanas se han vuelto parte del paisaje cotidiano en varias provincias.

Detrás de esta escalada, según expertos, está la disputa de bandas locales e internacionales por el control de las rutas, los puertos y los centros de acopio de la droga. El caso más emblemático de esta nueva realidad se registró en enero de 2024, en el cantón Vinces, provincia de Los Ríos.

Allí, la Policía Nacional ejecutó la mayor incautación de cocaína en el mundo durante ese año: 22 toneladas de droga almacenadas en una sola bodega. Según las investigaciones, la “mega caleta” no pertenecía a una sola estructura criminal.

Era más bien un centro logístico compartido por varias bandas ecuatorianas con conexiones en el exterior. La cocaína había sido ingresada desde Colombia y se encontraba lista para ser distribuida por diversas rutas hacia Estados Unidos, España, Bélgica y países de Asia.

Pese al aumento en las incautaciones, las autoridades reconocen que los decomisos apenas rozan la superficie del problema. La Policía Nacional estima que solo se logra interceptar alrededor del 40% de la droga que circula por el país.

Esto quiere decir que, por cada tonelada incautada, otra tonelada y media logra cruzar la frontera o salir por los puertos sin ser detectada.

En términos prácticos, más incautaciones pueden significar también que más droga está ingresando al país, lo que implica un aumento de operaciones de gran escala.

Además, los cargamentos ya no se envían en manos de una sola organización, sino que muchas veces se agrupan en un mismo contenedor para reducir costos y riesgos, lo que complica aún más la trazabilidad y el combate a estas estructuras.

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