CHIMBORAZO
Desde los páramos andinos hasta las playas del Pacífico, Ecuador vive una campaña que pone en el centro lo más esencial: el agua. La iniciativa “El Agua Nos Une”, impulsada por la organización Ayuda en Acción, busca crear conciencia, promover acciones concretas y fortalecer la participación comunitaria para proteger este recurso vital.

La campaña, que se desarrolla en San Andrés (provincia de Chimborazo) y Manglaralto (en Santa Elena), reconoce al agua no solo como elemento de vida, sino también como eje de lucha diaria. En estas comunidades, el agua es indispensable para cultivar, criar animales, cocinar, curar y vivir. Y sin embargo, acceder a ella de forma segura sigue siendo un reto.
En Ecuador, tres de cada diez personas consumen agua contaminada. En zonas rurales, la situación es aún más crítica: seis de cada diez personas beben agua que puede causar enfermedades. Esta realidad afecta sobre todo a niñas y niños, quienes enfrentan consecuencias graves para su salud y desarrollo.
La desnutrición crónica infantil, que alcanza al 19,3% de menores de dos años en el país, está directamente relacionada con la falta de acceso a agua potable, higiene y saneamiento adecuados.
En Chimborazo, el 35,1% de los niños menores de dos años sufre desnutrición crónica. En Santa Elena, la cifra llega al 29,8%. En ambos territorios, el agua marca la diferencia entre crecer sano o vivir en riesgo.
Frente a esta urgencia, Ayuda en Acción lanza la campaña “El Agua Nos Une” dentro del proyecto “San Andrés y Manglaralto, Territorios Libres de Desnutrición”, financiado por la Unión Europea a través de la estrategia Global Gateway. Su objetivo es claro: reducir la desnutrición crónica infantil garantizando el acceso a agua segura.
El proyecto contempla la rehabilitación y construcción de 12 sistemas de agua potable cinco de escala regional y siete comunitarios, además de la instalación de 33 sistemas de cloración. Paralelamente, se impulsan acciones de reforestación con especies nativas, protección de fuentes hídricas y manejo de cuencas, en colaboración con las Juntas Administradoras de Agua Potable (JAAP) y gobiernos locales.
Uno de los ejes clave es la formación comunitaria. A través de la Escuela Nacional del Agua, líderes y lideresas locales se capacitan en gestión de sistemas de agua, conservación y prácticas saludables. Porque cuidar el agua también es educar, organizar y empoderar.
Fiorella Mackliff, directora país de Ayuda en Acción, destaca el enfoque participativo de la campaña: “Esta campaña nace desde las voces de las comunidades. Las personas de San Andrés y Manglaralto no solo son beneficiarias: son protagonistas. En los videos de la campaña, ellas nos enseñan cómo se vive, cómo se cuida y cómo se defiende el agua cada día”.