CINE
La cordillera ecuatoriana vuelve a llamar la atención del cine mundial. Esta vez, las faldas del volcán Chimborazo, a más de 3.600 metros de altura, sirvieron de escenario natural para “Shaman”, una película de terror y horror sobrenatural dirigida por el cineasta colombiano-estadounidense Antonio Negret.

La cinta narra la historia de una familia misionera anglosajona que viaja a una apartada comunidad indígena en Ecuador con el propósito de convertir a sus habitantes al cristianismo. Sin embargo, la misión evangelizadora toma un rumbo siniestro cuando el hijo de la pareja se aventura en una cueva prohibida y regresa poseído por un espíritu maligno.
La madre, interpretada por la actriz canadiense Sara Canning, intenta salvarlo mediante un exorcismo católico. Pero los chamanes de la comunidad advierten que el ente no pertenece a ninguna religión conocida, sino que es más antiguo que cualquier fe, y que su poder amenaza con destruirlos a todos.
La trama combina el suspense del exorcismo tradicional con el misterio de los rituales ancestrales, explorando el choque entre la fe religiosa occidental y las creencias indígenas que han sobrevivido durante siglos en la región andina.
El elenco principal lo completan Daniel Gillies y el joven actor Jett Klyne, quienes afrontaron un rodaje exigente por la altitud y las cambiantes condiciones climáticas del Chimborazo. Según el equipo, la experiencia de filmar en la montaña aportó realismo y atmósfera única a la producción.
“Shaman” ya tuvo su estreno en Estados Unidos y fue nominada en el Austin Film Festival, uno de los certámenes más importantes para guionistas y realizadores independientes. Con su mezcla de tensión sobrenatural, paisajes imponentes y referencias culturales, la película promete atraer tanto a los amantes del terror como a quienes buscan una mirada distinta al cine ambientado en Ecuador.