El 26 de marzo, un incendio consumió la terraza de una vivienda en la ciudadela Santa Faz en Riobamba, conmocionando tanto a los vecinos como al propietario.

Aunque no se reportaron heridos, los daños materiales fueron considerables y el miedo se instaló en la comunidad. El Cuerpo de Bomberos de Riobamba (CBR) llegó al lugar y, tras un arduo trabajo, logró controlar el fuego antes de que se propagara a viviendas cercanas.
Según datos oficiales, la causa del incendio fue la acumulación de materiales altamente combustibles, como madera, sumada a instalaciones eléctricas improvisadas que no cumplían con las normativas de seguridad.
El incidente es un claro ejemplo de los peligros que pueden surgir cuando las instalaciones eléctricas no se mantienen adecuadas. El informe preliminar sugiere que las instalaciones en mal estado, como cables eléctricos deteriorados o cajas térmicas sobrecargadas, pueden ser las principales causantes de este tipo de siniestros.
La electricidad, al pasar por estos puntos de contacto débiles, puede generar chispas que, al entrar en contacto con materiales inflamables, provocan un incendio.
Aunque el fuego fue controlado, la lección es clara, la prevención es la clave para evitar tragedias. Es vital que cada hogar siga las recomendaciones de los expertos en prevención de incendios, manteniendo en buen estado las instalaciones eléctricas y alejando materiales combustibles de áreas críticas. La seguridad depende de la responsabilidad de cada uno.