Hoy, 4 de junio, se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. Fue establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas para sensibilizar, motivar y lograr un cambio de actitud de las personas sobre temas ambientales. De hecho, con este motivo se realizan múltiples actividades especialmente en las instituciones educativas; los ecologistas promueven actos públicos y los medios y por su parte, lo divulgan y tratan de sensibilizar a la población sobre el tema.
Es que el problema del medio ambiente es de sustantiva importancia para la humanidad; está ligado a su supervivencia; de ahí la impostergable necesidad de que los individuos y los estados se involucren con comportamientos y políticas serias y responsables; que los organismos mundiales exijan y controlen el uso de tecnologías ambientalmente limpias y de energías alternativas no contaminantes o de bajo impacto, que prohíban el uso de armas nucleares, químicas y biológicas, el desarrollo de productos tóxicos u organismos genéticamente modificados perjudiciales para el ser humano y el ecosistema.
En este sentido nuestra Constitución vigente, al reconocer el derecho de la población a vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, nos garantiza el buen vivir, aspiración de todos los seres del planeta. Y es pionera al establecer derechos de la naturaleza o Pacha Mama determinando que el Estado aplique“medidas de precaución y restricción para las actividades que puedan conducir a la extinción de especies, la destrucción de ecosistemas o la alteración permanente de los ciclos naturales”