CICLISMO
En una Etapa 20 con olor a sentencia, la esperanza del ecuatoriano por vestir nuevamente la maglia rosa se esfumó en las rampas de Sestrière, donde el británico Simon Yates firmó por completo el podio y relegó al carchense a conformarse con el tercer lugar.
La jornada de 205 kilómetros derrumbó el plan latinoamericano, Isaac del Toro quien ya se hacía ganado de esta edición, Carapaz se aferra a su experiencia, pero el ciclismo no siempre premia la intención. Y quien tuvo piernas y cálculo fue Yates, quien sin estridencias, pero con una estrategia quirúrgica, lanzó su ofensiva a 36 kilómetros de la meta y nunca más fue visto.
Su ataque fue devastador, su ambición indiscutible, y su tiempo final en la clasificación general, irrefutable. Carapaz, por su parte, lo intentó. Lo buscó desde el arranque sabiendo que el margen era estrecho. La diferencia con Del Toro era manejable (43 segundos), pero el británico supo leer la carrera mejor que nadie.
Mientras los dos latinos se vigilaban entre sí, Yates ejecutó su maniobra sin que nadie pudiera responder. Ni siquiera un campeón olímpico como Richie, que dejó en la ruta coraje, sudor y algo de frustración contenida, pero una celebración en conjunto con todo el país por el podio obtenido.
