SALUD
Hasta el edificio del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) llegaron pacientes crónicos que tienen oxígeno domiciliario. Son personas que están obligadas a usarlo las 24 horas del día y fueron a pedir respuestas, porque el servicio está en riesgo.

Ellos dicen que el IESS no ha pagado desde hace un año a las empresas proveedoras de oxígeno, que por las deudas pendientes tienen dificultades y que, incluso, ya no prestan atención a los afiliados nuevos.
Son 10 000 pacientes a escala nacional que se benefician del oxígeno domiciliario que provee la seguridad social; entre ellos hay personas que tienen fibrosis pulmonar, insuficiencia respiratoria y los más graves, metástasis pulmonar.
Juan Carlos Benalcazar, abogado de los pacientes, adelantó que presentarán una acción de protección inmediata para que el Estado tome cartas en el asunto.
Alquilar o comprar estos tanques y los implementos cuesta entre mil y USD 4 000 mensuales. Son rubros inalcanzables para estos pacientes que incluso han dejado de trabajar por su enfermedad.
“Es imposible sostener las atenciones a estos pacientes sin el sustento para poder pagarle a los transportistas que llevan los tanques de oxígeno dos o tres veces al mes, a los médicos que van a visitarlos”, dijo Mileydi Pareja, médico de pacientes que requieren oxígeno.
El IESS llegó un acuerdo de pago: La tarde del 21 de agosto, el IESS informó que llegó a un acuerdo con la compañía LindeEcuador S.A., prestador externo de servicios de oxígeno para los afiliados y asegurados con enfermedades respiratorias.
La institución reconoció que tienen una deuda total acumulada de USD 9,8 millones, pero que lograron un descuento de USD 2 millones.
El saldo de USD 7,8 millones se cancelará “en pagos iguales por los próximos 36 meses, a partir de septiembre del año en curso”, dijo el IESS en un comunicado./La Hora