El milagro finlandés

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Roberto Passailague 

(Expreso)

Finlandia es una república parlamentaria ubicada en el noreste de Europa. Cuenta con una superficie de 338.145 km2, un ingreso per cápita de € 41.690 y una población de 5,5 millones de habitantes, con predominio de la religión luterana, de sólidos valores y principios cristianos. Por varios años mantuvo el primer puesto de las evaluaciones de PISA (Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes, en sus siglas inglesas), y hoy se ubica entre los 4 mejores sistemas educativos del mundo. Es lo que se conoce como el milagro finlandés.

Ya en diciembre de 2004, Ardian Soto, en el diario español El País, decía que según la ministra de Educación finlandesa de ese entonces, Tuula Haatainen, las claves del milagro educativo son cuatro: igualdad, profesorado, participación y servicios básicos.

La educación obligatoria es gratuita, incluido el transporte y el almuerzo, y se inicia desde los 7 años, sin considerar la situación geográfica o socioeconómica del estudiante. El propósito es proporcionar a los alumnos la mayor cantidad de beneficios y servicios que contribuyan al bienestar común. La formación profesional del profesor es rigurosa, a la que acceden los mejores puntuados y aquellos que gozan de gran prestigio.

Su gran inversión en proyectos sociales que procuran el bien común y una alta tasa impositiva de recaudación por impuestos, hace que la consideren socialista o comunista, lo cual está ajeno a la realidad. El índice de Libertad Económica en el Mundo… publicado anualmente por el Fraser Institute de Canadá, identifica a Finlandia como uno de los países que gozan de gran libertad económica y una sólida economía de mercado. Su democracia participativa propende que el accionar político y social promueva la “felicidad” de sus ciudadanos.

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