CIUDAD. –
El Parque Sucre, una de las joyas arquitectónicas e históricas más emblemáticas de Riobamba, celebró su centenario como un testimonio viviente de la evolución urbanística y cultural de la ciudad. Este espacio, lleno de historia y significado, tiene sus raíces en 1919, cuando el municipio decidió transformar la antigua Plaza Santo Domingo.
Este lugar, que en su momento fue el corazón comercial de Riobamba, albergando el mercado más popular de la ciudad, ferias y hasta partidos de fútbol improvisados, un parque representativo de la modernización y la identidad urbana de la época.
El diseño del parque fue una obra conjunta de los hermanos Russo y los hermanos Tormen, reconocidos arquitectos que plasmaron en él una concepción única y visionaria. Su forma característica de rosa náutica, con líneas simétricas y elegantes, se convierte en un homenaje al progreso ya la estética de principios del siglo XX.
En el eje central del parque se alza la imponente fuente del dios romano Neptuno, rodeada por cuatro pequeños tritones, un conjunto escultórico que no solo embellece el espacio, sino que también marca un hito en la historia de la infraestructura urbana de Riobamba. Esta fuente, inaugurada en 1913, simbolizaba la llegada del agua potable a la ciudad, un logro monumental para la época.
El nombre actual del parque honra al Mariscal Antonio José de Sucre, una figura clave en la historia de la independencia de la región, consolidando así el vínculo entre el espacio y la identidad patriótica de Riobamba. La primera piedra del proyecto fue colocada el 10 de agosto de 1919, marcando el inicio de un ambicioso plan que culminaría cinco años después, el 11 de noviembre de 1924, con la inauguración oficial del parque. Desde entonces, el Parque Sucre ha sido mucho más que un espacio verde; es un símbolo de encuentro, un lugar donde la vida social, cultural y política de Riobamba ha convergedo a lo largo de los años.
Sus jardines bien cuidados, los caminos adoquinados que invitan al paseo y la majestuosidad de su diseño arquitectónico continúan siendo un orgullo para la ciudad. El centenario del Parque Sucre no solo celebra su existencia, sino también su papel como guardián de la historia y como un espacio que sigue evolucionando para las generaciones futuras, conservando su esencia como un punto de referencia y un tesoro invaluable de Riobamba.