ALAUSÍ
La histórica ruta ferroviaria Alausí – Nariz del Diablo volverá a operar oficialmente este 25 de junio, en coincidencia con las celebraciones por los 201 años de cantonización de Alausí, marcando no solo el retorno de un ícono turístico del país, sino también una nueva esperanza económica para los artesanos y emprendedores del cantón.

En los alrededores del parque central y junto a la emblemática estación del tren, los puestos de venta ya exhiben coloridas artesanías elaboradas con materiales tradicionales como cabuya, madera, lana de borrego y pigmentos naturales, reflejo del alma creativa de esta tierra andina.
“Estamos llenos de expectativas. Dios mediante, ojalá el tren vuelva a caminar para todos nosotros”, comenta con emoción María Isabel Úrgiles, artesana que junto a su hermana confecciona ponchos, monederos y sombreros estampados con íconos como la Nariz del Diablo y el Chimborazo, con precios que van desde USD 1,00 hasta USD 40,00 accesibles tanto para turistas nacionales como extranjeros.
Desde la comunidad de Misa, María Vacacela, presidenta de un colectivo de mujeres tejedoras, exhibe orgullosa sus shigras tradicionales, elaboradas con cabuya y lana de oveja. “Esto viene desde nuestros abuelos. La shigra ha sido parte de nuestra vida, de nuestra historia”, señala mientras enseña diseños que evocan el Camino del Inca y los zigzags del tren que atraviesa el famoso tramo de Sibambe.
Otro de los artesanos que se prepara con entusiasmo es Kléver Arellano, quien ha creado una colección de trencitos de madera y portallaves con motivos ferroviarios. Para él, la reapertura del tren representa “una oportunidad no solo económica, sino también cultural”.
Además del esperado reinicio del tren turístico hacia Sibambe y la Nariz del Diablo, Alausí ya vive una experiencia ferroviaria urbana. Desde hace un mes, circula por sus calles un pequeño tren local que transporta visitantes por los sitios más emblemáticos del cantón, aportando dinamismo al comercio y mayor visibilidad a los emprendimientos.