Cumplen con acciones para conseguir adquirir un lote de terreno en la cabecera parroquial para cementerio.
Una de las dificultades que atraviesa el Gobierno Parroquial de Licto y sobre todo los habitantes de la zona urbana, es un sitio donde enterrar a sus muertos, pues el cementerio prácticamente colapsó.
En el presupuesto de este año destinaron los recursos para la construcción de un bloque de 400 bóvedas con recursos mediante un crédito del Banco del Estado.
Por la emergencia que atraviesa el país, se les manifestó que no hay el dinero para destinar a esta obra, señaló Gustavo Bonifaz, presidente del Gobierno Parroquial.
Estos momentos hay dificultades incluso en las comunidades pues cada sector pide respeto a su pueblo y no permiten que se den sepultura a fallecidos de otros lugar incluso de la cabecera parroquial, si bien el cementerio de Licto es manejado por el Gobierno Parroquial pero ya no hay espacios.
La partida que le corresponde a la parroquia que asigna el Municipio se resolvió utilizar en la construcción de las bóvedas pero 300 nichos y no 400 que estaba previsto.
Añadió el directivo, que conocieron personas fallecidas de la cabecera parroquia uno, también de Santa Rosa se Seseñag, Pompea, Chimbuto y Tulabug Escalera, algunos fueron sepultados en sus comunidades, pero la dificultad es en la cabecera parroquial.
Estos días los integrantes del Gobierno Parroquial realizan recorridos para buscar un sitio para allí destinarlo para cementerio.
Se necesita el apoyo del Municipio para declararlo de utilidad pública, estos días esperan conseguir esa ayuda, añadió.(09)
