Centro Deportivo Olmedo seguía reordenando su camino en la Segunda Categoría con la esperanza de sostener un proceso serio, pero Luis Alfonso Chango volvió a demostrar que en el fútbol ecuatoriano los reflejos pesan más que la estabilidad.

Tras la salida de Ever Hugo Almeida del banquillo de Mushuc Runa, el presidente vitalicio del Ponchito encontró en Fabián Frías el nombre para asumir un nuevo ciclo en el club del Tungurahua, sin trabas contractuales, el argentino dejó al Ciclón con media campaña cumplida y una preocupante falencia dirigencial en el conjunto riobambeño.
A pesar de ser un entrenador que había logrado cierta cohesión en una plantilla limitada, y pese a haber dado una digna batalla ante LDU en Copa Ecuador, Frías no tenía ningún blindaje contractual que garantizara su permanencia.
En plena competencia y con un proceso en desarrollo, el técnico simplemente hizo maletas y se marchó, la salida de Frías es un revés por la falta de visión dirigencial que deriva en los resultados, Olmedo pierde más en los escritorios que en la cancha, la celeridad con la que Luis Chango actuó responde a la gravedad del presente deportivo de Mushuc Runa.
La reciente derrota 1-0 ante Emelec fue la gota que derramó el vaso en una campaña que ya venía cuesta abajo. Con un triunfo en la Fase Inicial de la LigaPro y ubicado en el penúltimo lugar de la tabla, el Ponchito coquetea con el descenso.
Frías cuenta con experiencia en varias plazas del país; Manta, Técnico Universitario, Gualaceo y Deportivo Cuenca. El nuevo DT llega con exigencia, el campeonato nacional exige una remontada urgente.