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sábado, junio 28, 2025

Fiscalía obtiene prisión preventiva para sospechosos de facilitar refugio a alias “Fito”

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PRISIÓN

La caída de Adolfo Macías Villamar, alias Fito, jefe máximo de Los Choneros y uno de los hombres más buscados del país, no solo marca un golpe estratégico al crimen organizado. También ha dejado al descubierto cómo el narcotráfico ha extendido sus tentáculos hasta las instituciones públicas.

Los cuatro detenidos, entre ellos un funcionario municipal, fueron puestos bajo prisión preventiva.

Uno de los detenidos clave en la operación Gran Fénix 28 fue nada menos que un funcionario municipal activo desde hace trece años, que, pese a figurar en la nómina pública, jamás se presentó a trabajar.

Se trata de Cristhian Mendoza V., trabajador de la Empresa Municipal de Movilidad de Manta. Según confirmaron las autoridades, Mendoza figuraba como propietario de la vivienda donde fue hallado el búnker subterráneo que servía como escondite a alias Fito, quien se había fugado de la cárcel Regional de Guayaquil en enero de 2024.

La noticia provocó una rápida reacción por parte de la alcaldesa de Manta, Marciana Valdiviezo, quien denunció públicamente el caso: “He solicitado un informe urgente a la gerencia. Se ha confirmado que uno de los capturados aparece en la nómina desde hace más de una década.

No vamos a permitir que nuestras instituciones públicas sean utilizadas como refugio del crimen organizado. Todo funcionario que haya colaborado con estructuras delictivas deberá responder ante la justicia”. Además de Mendoza, otras personas fueron aprehendidas durante el operativo ejecutado el pasado 25 de junio en la parroquia La Pila, en Montecristi, provincia de Manabí.

Pese a la información previa recabada por inteligencia, el momento clave que llevó a la recaptura de alias Fito no vino de un informe técnico, sino de la voz de una niña de tres años. Durante el allanamiento, personal militar ingresó a la vivienda. Dentro se encontraban dos niñeras y la menor.

Fue entonces cuando, con naturalidad, la niña pronunció la frase que cambiaría el curso de los acontecimientos: “Avísenle a mi papá”. Según el ministro del Interior, John Reimberg, esa expresión fue determinante para confirmar que el prófugo estaba escondido en la propiedad.

Ante esta señal, los equipos especializados centraron su atención en un sembrío ubicado en la parte posterior del inmueble, cuya conformación parecía artificial. Se solicitó el ingreso de maquinaria pesada. Mientras los equipos excavaban, el propio Macías, temiendo que el techo del búnker colapsara, abrió una escotilla y se entregó sin resistencia.

En el escondite, los agentes hallaron una escopeta con una sola bala. “Es probable que estuviera considerando quitarse la vida si era descubierto”, declaró Reimberg. “Pero se rindió. Apenas repetía: ‘Ya me atraparon’”. El líder de Los Choneros fue inmediatamente trasladado bajo estricto resguardo a la cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil, donde permanece aislado.

La Fiscalía General del Estado formuló cargos contra los cuatro detenidos que acompañaban a alias Fito, entre ellos el funcionario municipal. A todos se los acusa del delito de fraude procesal, tipificado en el artículo 272 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que castiga con una pena de uno a tres años de prisión a quienes brinden refugio, escondite o faciliten la huida de personas requeridas por la justicia.

Durante la audiencia de flagrancia, se presentaron múltiples elementos de convicción que sustentaron la imputación, entre ellos partes policiales del operativo, declaraciones de agentes involucrados, informes técnicos de evidencias, el reconocimiento del lugar de los hechos y actas que documentaron las pruebas recolectadas, incluyendo un arma de fuego, teléfonos celulares y diversa documentación.

El juez que conoció la causa aceptó el pedido de la Fiscalía y dictó prisión preventiva para los procesados, al tiempo que ordenó el inicio de una instrucción fiscal de 30 días.

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