El pavoroso sismo del 5 de agosto de 1949 que azotó a la ciudad de Ambato, sepultó a Pelileo y destruyó a pueblos como Patate, Cevallos y Baños, solo causó daños materiales menores en Riobamba.
Según el cronista riobambeño, Edwin Chávez Medina, en esa ocasión la naturaleza se compadeció de la Sultana de los Andes, pero lamentablemente no tuvo la misma suerte el cantón Guano que, a pesar de la cercanía a Riobamba, sufrió terribles daños materiales y se tuvo que lamentar la muerte de una docena de personas.
Aquel fatídico viernes 5 de agosto de 1949, los habitantes del cantón Guano estaban dedicados como cualquier día de semana a sus labores cotidianas. Guano, “la Capital Artesanal del Ecuador”, llamada así por acoger a gran cantidad de talleres de manufacturas y pequeñas industrias, fue sorprendido ese día por un violento sismo que destruyó gran parte de la población, dejó miles de damnificados y hubo que lamentar varias pérdidas humanas.
Las pérdidas materiales fueron enormes; el Presidente de la República Galo Plaza Lasso, visitó Guano a los pocos días del suceso y verificó personalmente los daños provocados, ofreciendo su ayuda para la reconstrucción del cantón, una ayuda que tardó en llegar; más eficientes y solidarios fueron los países amigos de América y el mundo que enviaron inmediatamente toda clase de ayuda para paliar en parte los efectos del sismo.
Mucho se comentó del mal manejo, por parte de ciertas autoridades de la ayuda que llegó a la ciudad tanto del gobierno como de organismos internacionales; como suele suceder, malos funcionarios públicos lucraron en su beneficio con la desgracia y el dolor ajeno.
La fotografía que acompaña esta breve crónica fue tomada durante el desfile que organizaron las autoridades de la ciudad de Guano para contrarrestar el pesimismo que se abatió en la población, elevar el ánimo, levantar la moral y llamar al esfuerzo para la reconstrucción de la ciudad. (16)
