13.9 C
Riobamba, EC
domingo, mayo 4, 2025

Hacerse cargo

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email

Por: María Sol Borja

Las semanas post-elecciones suelen llegar con tensiones entre los contendientes y sus simpatizantes y estas no han sido la excepción. 

En un país con las instituciones tan frágiles, con los índices de confianza en el subsuelo y con un juego electoral desequilibrado desde un inicio, era predecible el descontento y las dudas ante la victoria de cualquiera de los dos contrincantes.

Sin embargo, llegó la hora de hacerse cargo. Eso significa dejar de evadir la responsabilidad por las decisiones que se toman. En cualquier escenario; si votaste por Luisa González o por Daniel Noboa; si anulaste el voto o no fuiste a votar, tienes —tenemos— que tomar esa responsabilidad.

Si, como ciudadano, tu participación democrática se ha limitado a votar o si, al contrario, exiges a tus mandatarios de turno que cumplan sus promesas y los sometes a un exhaustivo escrutinio público. Si optas por un proyecto que ofrece más o menos presupuesto para el estado y sus servicios —educación, salud, seguridad, entre varios otros— sabrás cuáles son las consecuencias.

Si le das más o menos importancia a la violencia porque en la zona en la que vives aún no aparecen cabezas colgadas en los puentes o cuerpos desmembrados en las esquinas. O si te es indiferente que el estado se utilice para potenciar el proyecto político de turno y ventilar rencillas ajenas a las necesidades de la gente.

En cualquiera de esos escenarios, hay que saber responsabilizarse. Y eso no significa dejar de cuestionar o exigir lo que, como ciudadanos, nos corresponde. Al contrario, es estar consciente de que con nuestras elecciones contribuimos al país que tenemos. Para bien y para mal.

Hacerse responsable tampoco significa cargar con el peso de las decisiones de los políticos a los que les apostaste. Pero sí implica reconocerse en el espejo de lo que ellos representan. Para bien y para mal.

Cuando un gobierno se descarrila, la culpa no es de quienes lo eligieron. La responsabilidad, sí. ¿Cuál es la diferencia? Que al tomar responsabilidad, los ciudadanos pueden reconocer sus errores, aprender de ellos, exigir más y mejor a sus gobernantes…

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email