Historia del milagro de Sor María Troncatti

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Josefa Yolanda Solórzano Pisco, en el año 2002 contrajo una de las formas más peligrosas de malaria, la Plasmodium falciparum, y enseguida desarrolló un proceso degenerativo irreversible, razón por la cual, los médicos le concedían pocos días e, incluso, pocas horas de vida.

Viendo acercarse la muerte, Josefa hizo venir a un sacerdote salesiano para poner en orden su vida sacramental, porque sólo estaba casada por lo civil; “Padre, cásenos ante Dios”, le pidió; pero el padre Edgar Iván Segarra, conmovido al pensar que cinco niños iban a quedar huérfanos, organizó una novena de oración pidiendo la intercesión de la Sierva de Dios María Troncatti, misionera salesiana y para sorpresa de muchos,  la mujer sanó milagrosamente siendo este el milagro que necesitaba el Santo Padre para iniciar el proceso de beatificación.

La beata de la Iglesia nació en Brescia, Italia, en 1883. Durante la I Guerra Mundial la hermana María realizó en Varazze cursos de asistencia sanitaria y trabajó como enfermera de la Cruz Roja en el hospital militar: una experiencia que será inolvidable en su larga actividad como misionera en la selva del Oriente ecuatoriano.

Partió para el Ecuador en 1922, enviada entre los indígenas Shuar, donde con otras dos religiosas inicia un difícil trabajo de evangelización en medio de riesgos de todo tipo, sin excluir los de los animales de la selva y de las trampas de los ríos en sus travesías o los puentes frágiles de guadua, o a espaldas de los indígenas. (16)

 

 

 

 

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