Por: Pablo Granja
La Iglesia católica cuenta con unos 1.400 millones de fieles repartidos en todos los continentes, por lo que su influencia es de la más relevante importancia. Las decisiones del Papa, máxima autoridad espiritual, gusten o no, son inapelables y, salvo excepciones, los cuestionamientos se hacen en volumen de confesionario. Sin embargo, el Papa Francisco impulsó cambios radicales con un enfoque notable de humildad, austeridad e inclusión no vista en ninguno de sus antecesores. Desde reformas al manejo de las finanzas, la inclusión de mujeres en instituciones administrativas vaticanas, su compromiso con el medio ambiente y comunidades minoritarias como la LGBT; hasta la apertura al diálogo abierto con personajes de toda ideología, que ha provocado que muchos feligreses lo hayan tildado de “comunista” por contemporizar con dictadores y tiranos sanguinarios. Esta apertura explica que a su funeral hayan asistido alrededor de 50 mandatarios, jefes de Estado y lo que queda de la realeza europea.
A partir de ahora, las expectativas se centran en la decisión que tomará el Cónclave, que deberá reunirse en los próximos días para nombrar al sucesor del trono de San Pedro. En estas especulaciones entrarán al debate las profecías de San Malaquías y de Nostradamus.
San Malaquías, monje benedictino, en el año 1139 predijo, con escalofriante precisión, el orden de sucesión de los 102 papas que gobernarían la Iglesia Católica desde el año 1143 en adelante, asignando un lema simbólico a cada uno de ellos, que alude al lugar de origen, circunstancias del momento o al escudo heráldico. Para entenderlo mejor, los últimos papas desde mediados del siglo XX son: Juan XXIII, “Pastor y navegante”; Pablo VI, “Flor de las flores”; Juan Pablo I, “De la media Luna”; Juan Pablo II “De la fatiga o trabajo del sol”; Benedicto XVI, “La gloria del olivo”; Francisco, “Persecución extrema”; y “Pedro el Romano”, que sería el próximo Papa y el último en ser nombrado por San Malaquías.
Nostradamus, astrólogo del siglo XVI, publicó su libro Las Profecías, en que afirmó: “Primero vendrá un Papa extranjero, luego un Papa viejo y, finalmente, un Papa Negro, y con él, el fin del mundo”. Algunos han identificado que el “Papa extranjero” sería Juan Pablo I, nacido en Polonia; Benedicto XVI, el Papa viejo; y Francisco el “Papa Negro”, que es como se le conoce al Superior General de la Compañía de Jesús. Sin embargo, interpretaciones últimas, sugieren que el “Papa Negro”, está por llegar, refiriéndose a la posibilidad de que sea nombrado el cardenal de Ghana o el de Guinea, ambos de raza negra y que gozan de gran prestigio por igual.
La escalofriante coincidencia y precisión de San Malaquías y Nostradamus, a muchos les hace pensar que el fin del mundo está más cerca que nunca, o que la Iglesia Católica está a punto de la transformación total que el Papa Francisco no alcanzó a lograr. De mi parte, espero que los dos estén equivocados….
