INVESTIGACIÓN
El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) ha iniciado una investigación contra la secretaria general del sindicato, Rosa Argudo, tras confirmarse que al menos cinco de sus familiares trabajan en la entidad. La investigación fue solicitada por la Asamblea Nacional y está siendo liderada por el presidente del IESS, Eduardo Peña.

“Estamos haciendo una investigación específica a pedido de la Asamblea Nacional, sobre todo los familiares de la señora Argudo”, declaró Peña a PRIMICIAS. Peña, quien lleva seis meses en el cargo, señaló que se están abordando problemas antiguos del instituto, asegurando que “los vamos a resolver”.
Rosa Argudo admitió ante los asambleístas de Azuay el 25 de junio de 2024 que tres de sus hijos y dos de sus sobrinos están empleados en el IESS, defendiendo que todos ingresaron mediante concursos de méritos y oposición. No obstante, los asambleístas mencionaron otros seis nombres de supuestos familiares, incluidos una prima y su yerno, quien fue director provincial del Azuay por cinco meses durante el anterior Gobierno. Argudo afirmó no conocer a esos familiares y destacó que su familia no discute temas laborales en casa.
Las acusaciones no terminan ahí. Una de las hijas de Argudo, Lourdes Terreros, es propietaria de JPP Vending Company, empresa que provee máquinas expendedoras de snacks en el hospital José Carrasco Arteaga. Argudo reconoció que Terreros es su hija, pero afirmó desconocer la existencia de la empresa y sus contratos con el IESS. Este caso llevó al director provincial del IESS de Azuay, Esteban Villa, a presentar una denuncia en Fiscalía el 24 de junio.
Otra irregularidad denunciada por la exgerente del hospital José Carrasco Arteaga, Soraya Puertas, es que uno de los hijos de Argudo trabaja como psicólogo clínico, aunque ingresó al IESS como auxiliar de farmacia. Este escándalo emerge en un momento crítico, ya que el Ministerio de Trabajo ha ordenado la revisión de los contratos colectivos del sector público. Eduardo Peña, presidente del Consejo Directivo del IESS, criticó los privilegios de la “burocracia dorada sindical” y sugirió que es necesario revisar esos beneficios en tiempos de crisis.
Rosa Argudo, con 36 años de servicio en el IESS y 21 años como secretaria general del sindicato, está en su quinto período de gestión, todos ellos ganados por votación. En medio de estas acusaciones, Argudo mantiene su defensa, insistiendo en la legalidad de los ingresos de sus familiares al IESS y en su desconocimiento de cualquier irregularidad empresarial relacionada con su hija.