INDUSTRIA
Tras conocer publicaciones de prensa acerca de los resultados arrojados por un estudio exploratorio, aún inconcluso, realizado por la Escuela Politécnica Nacional, el cual determinaría una supuesta presencia de plomo y aluminio en envases de leche, el Centro de la Industria Láctea del Ecuador (CIL) y la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (ANFAB), que juntos agrupan a 14 de las industrias lácteas formales del país, rechazan de manera contundente las publicaciones que se han realizado sobre este estudio.
“Preocupa mucho que desde instituciones muy respetables se enciendan alarmas por supuestos resultados que no cuentan con el análisis de laboratorios avalados por el Servicio de Acreditación Ecuatoriano (SAE) ni de la Agencia de Regulación y Control Sanitario (ARCSA)”, señala el presidente ejecutivo de ANFAB, Christian Wahli. Por su parte, la directora ejecutiva del CIL, Verónica Chávez Man-Ging, agrega que “es urgente que las autoridades competentes vigilen la información inconclusa que llega a la ciudadanía porque, al parecer, hoy en día resulta fácil dañar la reputación de un sector productivo, invalidando los controles permanentes que se hacen a los alimentos producidos en el sector formal”.
Las industrias formales del sector lácteo que cumplen con toda la normativa nacional realizan análisis periódicos tanto a la leche que llega desde las fincas a sus plantas de producción como a los productos terminados (leche empacada y otros derivados lácteos). Asimismo, ARCSA realiza visitas periódicas a las plantas de producción del sector formal y también aplica análisis a muestras de productos recogidos en percha para determinar sus condiciones de calidad e inocuidad. No se debe olvidar que la leche y sus derivados son elementos de la canasta básica de los ecuatorianos y, por tanto, no se debe alarmar a la ciudadanía de forma innecesaria con información incompleta respecto a productos que son parte de la dieta diaria.
Las industrias representadas por el CIL y ANFAB alientan a las autoridades nacionales a controlar la información para que no se difundan datos de manera apresurada y no oficial; y que, a la vez, se haga todos los esfuerzos para controlar al sector informal que no cumple con garantías mínimas de calidad ni en la producción de leche en las fincas ni en los procesos de industrialización de productos. Asimismo, estas 14 industrias reafirman su responsabilidad con los ecuatorianos en cuanto a la producción de alimentos saludables que garantizan la seguridad alimentaria bajo los más estrictos estándares de calidad e inocuidad, los cuales están sometidos a la supervisión permanente de las autoridades de control del sector.
“De ninguna manera se puede permitir que las industrias formales que cumplen con toda la normativa sean catalogadas de la misma manera que las informales”, sostiene Verónica Chávez. Al mismo tiempo ratifica el compromiso de las empresas lácteas asociadas en el CIL y ANFAB para prestar todas las facilidades a las entidades gubernamentales que requieran implementar análisis de calidad a sus productos, de manera que en adelante se cuente con información oficial y transparente que mitigue las dudas que hoy en día se han generado en los consumidores.
