EDUCACIÓN
Lo que empezó como una tarea académica para sumar puntos adicionales terminó convirtiéndose en una travesía para enfrentar a las mejores del mundo. Ivonne Ayala, estudiante de quinto semestre de la carrera de Ciencias de la Computación de la Universidad Politécnica Nacional (EPN), hoy integra el “top 3” de las mejores mujeres programadoras de inteligencia artificial (IA) a escala mundial.

La joven de 20 años participó en el torneo TCS Code Vita organizado por la empresa hindú Tata Consultancy Services y que reúne anualmente a los mejores programadores del mundo entre estudiantes de pregrado y postgrado.
Ella ingresó al concurso, junto a otros 500.000 estudiantes de 96 países, por recomendación de su profesor Jonathan Zea. La meta no era solo ganarse “puntos extras” en una materia, sino desarrollar problemas complejos relacionados con la programación de inteligencia artificial (IA).
El certamen consistía en una serie de fases que otorgaban un tiempo de seis horas para resolver una problemática con modelos de inteligencia artificial. La competencia era fuerte, sobre todo con estudiantes provenientes de potencias en este ámbito como India, China y Chile.
La presión era adicional, debido a que se publicaban los problemas resueltos por los otros participantes en vivo. “Iba a resolver el tercer problema y estudiantes de la India ya tenían cinco realizados.”, recuerda.
Sus compañeros dejaron el concurso conforme pasaban de ronda, pero ella decidió continuar como modo de incrementar sus aptitudes, entender, desarrollar y resolver los problemas con la lógica del programador.
“Cuando empecé me puse como reto pasar la primera ronda. Luego charlé con mis compañeros y nadie más quería seguir porque ganaron su puntuación para la materia. A mí me dieron las ganas de seguir intentando, porque me iba bien.
La competición era en paralelo a mis clases entonces, así que tampoco tenía mucho tiempo para prepararme y lo que traté es entender los problemas para desarrollar esa lógica del programador y resolverlos”, recordó.
Con esa perseverancia, la joven estudiante llegó hasta la fase final y alcanzó el podio, junto a otras dos estudiantes de la India. Su triunfo le abrió la puerta para seguir pasantías, talleres e incluso propuestas laborales. Por ahora, ella quiere enfocarse en terminar los casi tres años que le restan de carrera en la EPN.
“Estoy impactada aún. No me esperaba tanto. Yo cuando hablé con mi familia no tenían idea de la magnitud del concurso. Hasta ahora me siguen llamando personas que quieren impulsar mi carrera”, mencionó.