¿Jaime Vargas, segundo presidente del Ecuador?

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En una reunión con la Unión de Comunidades Indígenas del Azuay, en parque Calderón, ubicado en el centro de la ciudad de Cuenca, el Presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Jaime Vargas reiteró que él es segundo presidente del Ecuador, afirmación que la hizo en Guatemala y que le valió la expulsión de ese país centroamericano junto a otros dirigentes indígenas.

Esta original e inédita declaración en los ámbitos políticos, ha provocado sorpresa en unos, preocupación en otros y hasta hilaridad en terceros. Pero, más allá de la reacción de la ciudadanía, qué implicaciones o alcances tienen en el ámbito de la Constitución y las leyes de la República? Si bien el texto constitucional a partir de los principios de la participación en democracia, en el Art. 95 determina “la participación de la ciudadanía en todos los asuntos de interés público es un derecho, que se ejercerá a través de los mecanismos de la democracia representativa, directa y comunitaria”; sin embargo, el mismo texto constitucional (Art. 141) establece que únicamente “La presidenta o Presidente de la República ejerce la Función Ejecutiva, es el Jefe de Estado y de Gobierno y responsable de la administración pública”

Esto deja sin piso la pintoresca declaración de Vargas y su obsesivo sueño de poder. Pero no le priva del derecho a participar como candidato a la presidencia de la república, como lo tienen millones de ecuatorianos, siempre que sean ecuatorianos “por nacimiento, haber cumplido treinta y cinco años de edad a la fecha de inscripción de su candidatura, estar en goce de los derechos políticos y no encontrarse incurso en ninguna de las inhabilidades o prohibiciones establecidas en la Constitución.”

De suerte que bien puede llegar a ser presidente de los ecuatorianos o vicepresidente, pero nunca segundo presidente conforme hoy se proclama con una buena dosis mezcla de vanidad, ingenuidad, arresto e imprudencia.

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