CULTURA
El 10 de enero de 2025, en las instalaciones de la Casa de la Cultura Núcleo de Chimborazo, se llevó a cabo el lanzamiento del libro Entre Smartphones y Política de Juan Stalin Cantos Suquillo.

Bajo el subtítulo “Una generación en busca de respuestas”, la obra está dirigida principalmente a los jóvenes, con el objetivo de reflexionar sobre su papel en la sociedad y su interacción con la política en la era digital. Según el autor, su principal inspiración fue retribuir algo a la sociedad que lo vio crecer, en especial a una juventud que considera “apática frente a la situación política y económica actual del país y de su ciudad”.
El libro analiza el impacto de la digitalización en las sociedades modernas, haciendo énfasis en cómo esta influencia puede generar efectos positivos o negativos dependiendo del nivel de participación de los jóvenes. “Hablo del choque entre el viejo mundo y el nuevo mundo digital, de temas como el manejo de datos, las pensiones digitales, e incluso el uso indebido de tecnologías como huellas dactilares para actividades ilícitas. Si los jóvenes supieran más sobre esto, reclamarían a las autoridades y harían valer sus derechos”, señaló Cantos durante el evento.
Cantos explicó que empezó a escribir el libro a los 26 años y lo culminó a los 28, destinando innumerables horas a este proyecto que considera un “proselitismo cultural e intelectual”, lejos de cualquier intención política. “Quiero ser alguien que inspire a la juventud a identificarse con una causa más profunda, alejada de los sueños banales que, lamentablemente, muchas veces se promueven en las redes sociales”.
El autor hizo un llamado a los jóvenes que deseen seguir el camino de la escritura: “Lean mucho, planifiquen mejor su tiempo y abandonen el contenido basura que abunda en las redes sociales. Hoy en día, muchos jóvenes sueñan con ser influencers o crear contenido viral, pero esos sueños son superficiales. Si nos enfocamos en la labor social e intelectual, podemos generar un impacto positivo en nuestra sociedad”.
Cantos citó a Europa como ejemplo de una región donde los jóvenes han abandonado “sueños banales” para enfocarse en hacer oír su voz y exigir sus derechos.