“La Administración Pública”

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El desafío con los principios de eficiencia y transparencia

Artículo de Opinión Por. Eduardo Díaz A.

Sería poco explicativo, referirme a la administración pública, sin hablar de su génesis, y es que el surgimiento de la administración es un acontecimiento de primera importancia en la historia social, pues, es, sin duda la administración una de las actividades humanas más relevantes en su fundamento como servicio a la colectividad, encargada de organizar y dirigir el trabajo colectivo, medido en términos de objetivos, y es que el desarrollo de un país, precisamente es cuestión de administración.

Pero para entenderlo mejor, les comparto, mi definición de lo que es, la administración pública. “Es la técnica, de la coordinación entre las Instituciones del Estado y la ciudadanía a través de un conjunto sistemático normativo, observando la jerarquía de la Constitución, los tratados internacionales y las leyes orgánicas, que rigen la administración pública, y que por principio constitucional busca entre otras, lograr la máxima eficiencia, transversal con la transparencia en la gobernanza pública, entendiendo que, por definición, principio es, el mandamiento nuclear de un sistema”.

De hecho, la Constitución de la República del Ecuador, en el artículo 227 determina: La administración pública constituye un servicio a la colectividad que se rige por los principios de eficacia, eficiencia, calidad, jerarquía, desconcentración, descentralización, coordinación, participación, planificación, transparencia y evaluación.

Hay que distinguir que, cuando hablamos de lograr la máxima eficiencia en el funcionamiento del orden público, la técnica respectiva es la administración pública, porque como bien lo señala (J.D. Mooney) “La Administración es el arte o técnica de dirigir e inspirar a los demás, con base en un profundo y claro conocimiento de la naturaleza humana”

Entonces, queda claro que, es el espíritu social, la que mueve su esencia, con la responsabilidad de organizar el desarrollo económico, y esto explica todo, porque el ser humano es social por naturaleza, y por ello tiende a organizarse y cooperar con sus semejantes. Si por normativa, el principio es, la eficiencia y transparencia, queda en nosotros la ciudadanía, activar los principios de participación y colaboración, para hacer que la democracia funcione y la administración pública, no sea socavada por la ineptitud y la corrupción.

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