14.5 C
Riobamba, EC
sábado, junio 14, 2025

La desnutrición infantil debe ser un problema resuelto

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email

Según datos de UNICEF, a nivel mundial, aproximadamente 144 millones de niños menores de cinco años sufren de desnutrición crónica, mientras que 47 millones padecen desnutrición aguda. Estas cifras representan más que estadísticas; cada número es un niño cuyo crecimiento físico y cognitivo está comprometido, cuyos sueños y capacidades están truncados. La desnutrición infantil es una tragedia silenciosa que se cobra la vida de más de 3 millones de niños anualmente, y quienes sobreviven enfrentan un futuro lleno de desafíos debido a los efectos irreversibles en su salud y desarrollo.

En el ámbito nacional, según datos oficiales, es inconcebible que a esta altura de la historia 41% de niños de entre 2 y 5 años, y 33% de los menores de 2 años sean víctimas de la indiferencia, irresponsabilidad, desidia, tanto de los gobiernos nacionales de turno como de los gobiernos seccionales.

Chimborazo, para vergüenza de los líderes políticos de la provincia ocupa un oprobioso e infamante primer lugar en desnutrición infantil a nivel nacional. Y el cantón Guamote, donde en las últimas décadas ha sido gobernado por líderes indígenas, para vergüenza de sus líderes cantonales, está a la cabeza de esta oprobiosa realidad nacional. Es imperativo que, sobre todo. estos líderes, responsables de formular políticas sobre el tema, tomen medidas decisivas para combatir y erradicar la desnutrición infantil, pues constituye una mancha en la conciencia colectiva que exige una respuesta urgente y coordinada. No podemos permitir que nuestros niños sigan sufriendo las consecuencias de una nutrición inadecuada en un mundo donde existe suficiente conocimiento y recursos para resolver este problema, lo que será imposible si la corrupción sigue entronizada en las esferas políticas.

Combatir la desnutrición infantil requiere un enfoque integral y multisectorial. No basta con aumentar la disponibilidad de alimentos; es crucial mejorar la calidad nutricional de las dietas, asegurar el acceso a servicios de salud de calidad, y garantizar el acceso a agua potable y saneamiento. La educación, especialmente de las madres, juega un papel fundamental en la promoción de prácticas alimentarias y de salud adecuadas.

No hay que olvidar que el bienestar de los niños de hoy es la base del progreso de mañana. Al garantizar que cada niño tenga acceso a una nutrición apropiada, no solo estamos salvando vidas, sino también construyendo un futuro más saludable, equitativo y próspero para todos. La desnutrición infantil no debe ser una realidad aceptada; debe ser un problema resuelto

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email