CONFLICTO
La noche del jueves 11 de septiembre de 2025, el Estadio Olímpico de Riobamba se convirtió en el epicentro de un nuevo conflicto institucional entre la Federación Deportiva de Chimborazo (FDCH) y el Municipio de Riobamba. De acuerdo con la denuncia pública de la Federación, alrededor de las 22h00 personal municipal ingresó abruptamente al complejo deportivo, derribando parte de la valla perimetral y destruyendo segmentos del muro de protección que resguardaban las instalaciones.

La entidad calificó lo sucedido como una “invasión”, asegurando que la acción puso en riesgo bienes materiales, vehículos y oficinas que quedaron expuestos tras el daño ocasionado. La FDCH informó que fue necesaria la intervención de la Policía Nacional para frenar el ingreso, que —según su versión— se realizó sin autorización legal y de manera sorpresiva.
Aunque los funcionarios municipales abandonaron el lugar, el perjuicio ya estaba consumado: el estadio amaneció con serios daños en su cerramiento, lo que dejó en situación de vulnerabilidad a atletas, entrenadores y personal administrativo que utilizan diariamente el escenario.
Más allá del deterioro físico, dirigentes deportivos advierten que el hecho revive tensiones históricas entre la Federación y el Municipio, al considerar que se trató de una acción “arbitraria”, ejecutada de noche, sin notificación previa, sin veedores.
Por su parte, el Municipio de Riobamba emitió un comunicado y ofreció una rueda de prensa en la que aclaró que los trabajos ejecutados corresponden a un proyecto de intervención en la avenida Carlos Zambrano y áreas aledañas, dentro de predios municipales y en estricto apego a la ley. La administración aseguró además que el plan de obra fue socializado con anticipación.
El episodio ha generado preocupación en el deporte provincial, pues el Estadio Olímpico es considerado un espacio emblemático para la práctica de diversas disciplinas y el desarrollo de competencias locales y nacionales. Mientras la Federación evalúa acciones legales, la ciudadanía espera una pronta solución que evite que el conflicto institucional termine afectando a los deportistas de Chimborazo.