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jueves, marzo 27, 2025

La “hoguera bárbara”

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EDITORIAL

Mañana, 28 de enero, nuestra historia  registra la “hoguera bárbara” cuando  en  1912, Eloy Alfaro, junto a otras figuras revolucionarias, fueron sacrificados por las más abyectas pasiones políticas, Con el Viejo Luchador se incineraron  los ideales de la Revolución Alfarista y las reivindicaciones  sociales y populares por las que luchó sin claudicaciones, con tesón  junto a sus Montoneros.

El general Eloy Alfaro Delgado incursionó en la historia patria con la transformación liberal  que  determinó  grandes cambios sociales, económicos y políticos  para lo que contó con el  apoyo de grupos rebeldes campesinos, conocidos como Montoneros, de Manabí, Esmeraldas, Los Ríos y Guayas.

A despecho de sus opositores políticos y de ciertos sectores de  jerarquía eclesiástica  de la época,  el liberalismo del Viejo Luchador  consolidó  en nuestra patria, los principios de libertad, igualdad y confraternidad preconizados por la Revolución Francesa; se puso en marcha la educación pública laica gratuita y obligatoria; se crearon los normales; se estableció la separación definitiva  del Estado y la Iglesia; se abrieron espacios para la participación de la mujer en la vida pública; se construyó el ferrocarril; se establecieron relaciones diplomáticas con muchos países del mundo; se dio paso a los más amplios derechos y garantías individuales; se crearon las primeras organizaciones sindicales; en fin, los intereses populares se constituyeron en los ejes de la acción gubernamental.

Al grito de “Viva la religión y mueran los masones”, la confabulación de fuerzas retardatarias de la época y el fanatismo sectario  incendiaron los cuerpos de Alfaro y sus tenientes. Así se consumó el magnicidio   del más grande de los ecuatorianos de todos los tiempos. La justicia ecuatoriana nunca sancionó a los autores intelectuales, cómplices y encubridores de la hoguera bárbara.

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