El atentado contra un policía, ocurrido a plena luz del día en el centro de la ciudad, en la Primera Constituyente y Carlos Zambrano, conmocionó al sector que nunca ha vivido episodios de esa naturaleza.
La nueva realidad urbana que surge con el crecimiento poblacional trae aparejado también un crecimiento de la drogadicción, la delincuencia e inseguridad. Los buses, los hogares, los negocios grandes y pequeños son víctimas de asaltos, de amenazas de robos y atentados. En algunos casos, ciudadelas o complejos habitacionales se cercan, se cierran, contratan vigilancia privada. Las tiendas de la esquina se protegen con barrotes metálicos o de madera, de varias formas y figuras. En ciertos sectores de la urbe, transitar a determinadas horas es exponerse al asalto. Si la delincuencia que está en acecho, descubre que en determinada vivienda, habitan solo ancianos, les asaltan sin escrúpulos.
Se siente un ambiente de inseguridad por los cuatro costados. Asaltos, ataques, drogas, violencia de género, femicidios, abusos y maltrato a la vejez, violaciones, accidentes de tránsito producidos por exceso de velocidad o por el estado etílico del conductor, agresividad, descortesía y hasta la naturaleza hostil con sequías prolongada o lluvias torrenciales es un macabro cuadro que los medios de comunicación nos presentan de forma agobiante todos los días en sus noticiarios.
Frente a esta realidad nacional, las fuerzas del orden multiplican sus esfuerzos para vigilar y combatir sin tregua a la delincuencia en medio de una guerra interna declarada por el gobierno. Pero es preciso entender que si no hay una actitud de colaboración e involucramiento ciudadano, toda acción policial será insuficiente. Y hay muchas maneras de dar esa contribución para protegerse de la inseguridad que nos acecha.
En este contexto, el tema de seguridad cobra más relevancia durante las festividades de Navidad y Años Nuevo, pues, miles de ciudadanos se desplazarán en el marco del largo feriado de cinco días decretado por el Gobierno, mientras las familias, vecinos de barrio y amigos harán de esta ocasión, un espacio para el encuentro placentero, para disfrutar sanamente de la temporada festiva en un ambiente de seguridad que, actualmente, no es tan seguro.