Por. Eduardo Díaz A.
Tenemos que elevar nuestra conciencia y vocación universal, para acabar con el infortunio de lideres sagaces; todos los seres humanos tenemos un sublime compromiso, con la realización plena de nuestro ser; por ello dedico este artículo, para que desafiemos nuestras propias limitaciones y que día a día luchemos por lograr con plenitud nuestra visión de futuro.
“La resolución de conflictos” en realidad es un término compuesto que engloba técnica, destreza, doctrina, saberes, y procedimientos aplicables a la comprensión humana en la prevención y resolución pacífica de enfrentamientos, entre personas, grupos de personas o incluso entre países, tal como lo vivimos durante las últimas semanas entre Israel e Irán por las marcadas diferencias ideológicas, políticas y sociales, que desencadenaron en una escalada violencia, que terminó con la intervención de Estados Unidos, a instalaciones nucleares de Irán y Teherán, que puso fin al conflicto.
Cuando las diferencias, y las posiciones no son negociables, y pasan los límites permitidos, -en negociación- lo denominamos MAAN (Mejor Alternativa al Acuerdo Negociado), y tiene que haber un ultimátum, y si lo hubo, Trump dio un ultimátum al líder supremo Alí Jamenei, no lo tomo enserio, quien en retrospectiva, como cabeza de la clase dirigente clerical islámica, ha reforzado la represión interna y la presencia regional de un régimen dictatorial, represivo, teocrático, que tiene poder absoluto sobre todos los poderes del Estado.
Hay muchos escenarios probables de consecuencias inmediatas; primero, una transición rápida, y, segundo que la Guardia Revolucionaria Islámica podría cansarse de operar detrás de la cortina y simplemente tomar el poder para sí mismo., porque nadie quiere vivir en permanente conflicto.
Esto, por otra parte, me hace pensar que, la excelencia pública, solo puede concebirse desde la aplicación de “La protección de la familia, la sociedad y del Estado”, contrarias al régimen absolutista, porque las ideologías no pueden imponerse, destruyen sociedades y alimentan las ansias de poder de depravados que terminan embrutecidos, lo que a todas luces es indocto, y una desatinada forma de gestionar la política.
A todos los que formamos este mundo, protejamos el regalo de la vida, eduquemos nuestras mentes, para proteger los ecosistemas, forjemos un mundo superior, con trabajo, sin axiomas ni componendas; libres también, del “tranza y avanza de la corrupción”.
