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martes, mayo 20, 2025

Las verdades de RC que no deben sorprender

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Por: Saudia Levoyer

“Dentro de las organizaciones políticas, la ética, la responsabilidad, la decencia son vitales.”

¿En realidad pueden sorprender los audios filtrados del escándalo Ligados (o del caso del exconsejero Augusto Verduga)? En una primera reacción al unísono podemos decir que sí, por supuesto, por todo lo que se llega a saber, por las relaciones que se establecen, por la manipulación y por un montón de razones adicionales. Pero, si respiramos y lo pensamos un poco más, no, realmente sería muy inocente sentirse sorprendido (aunque el asco no puede dejarse de lado). Más bien se pudiera decir que ese accionar político es natural, previsible, si se quiere normal.

Me explico: no estamos ante un grupo político que juegue limpio y menos que su prioridad sea respetar el sistema democrático. Al contrario, llevan prácticamente dos décadas trabajando en una dirección muy clara y que no es ni democrática y, menos aún, santa. Para todos es conocido que tienen sus objetivos muy claros y que nunca han dejado de tratar de alcanzarlos: salvar a sus máximos líderes de la cárcel, es decir, su agenda de impunidad, y aferrarse al poder (no digo ganar la Presidencia, eso puede ser incluso secundario), que bajo su lógica es mantenerse en puestos clave, que les permita sacarle el máximo de provecho personal y del grupo al que representan y que solo ellos saben de quién se trata (obviamente -en términos ideológicos- va más allá del socialismo del siglo XXI).

Hagamos un poco de ejercicio de memoria y recordemos los resultados de las investigaciones fiscales de los famosos casos (que ya tienen a varios cumpliendo sus sentencias) Metástasis, Purga y Plaga. Algunos de los acusados, que recibieron condenas por delincuencia organizada y corrupción, entre otros delitos, han tenido línea directa con este grupo político (y también con otros, como el PSC, a través de Pablo Muentes). Y ahora habrá que ver qué delitos se configuran con los chats de Augusto Verduga y varios de los militantes clave de la Revolución Ciudadana (RC).

En países donde las estructuras institucionales han sufrido constantes golpes, apoderarse de ellas es primordial para que la criminalidad se afiance y opere tranquila. No necesitan de toda la estructura de una organización política, sino únicamente de unos cuantos dispuestos a hacer esa parte del trabajo.

Es por eso por lo que, dentro de las organizaciones políticas, la ética, la responsabilidad, la decencia son vitales. Es casi imposible pensar -y por lo que han revelado los chats sería mentirse- que la cúpula y los hombres fuertes de la agrupación no hayan sabido nada. O comentarios como los de Luisa González que hablan de ruptura de confianza. No estamos ante un problema de amigos que cuentan un chisme, estamos ante un problema de cómo se maneja la política y se pretende operar en los espacios de poder donde están aferrados. No es el primer escándalo que los golpea de frente. Sin embargo, en la RC es como si nada pasará, como si de nuevo esperarán a que la tormenta cese para continuar con sus actividades. La pregunta sigue siendo la misma: hasta cuándo se los mirará como si se tratasen de políticos y que lo que hacen es hacer política.

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