La Asamblea Nacional, hace algunos días, aprobó la Ley Orgánica de Fomento, Apoyo y Protección a la Lactancia Materna. Esta normativa legislativa, seguramente, surge del hecho de que uno de los más graves problemas de nuestro país es la desnutrición infantil y sus terribles y catastróficas consecuencias que afecta a la niñez ecuatoriana como la disminución de estatura, el detrimento de capacidades intelectuales de atención y aprendizaje, la predisposición para contraer enfermedades: diarreas, asma, alergias, neumonías, entre otras.
Al respecto, no hay que olvidar que Chimborazo, según estadísticas oficiales, tiene el vergonzoso “liderazgo” de la desnutrición infantil a nivel nacional. Los GAds cantonales y el provincial no pueden ni deben mirar a otro lado en este tema fundamental para el desarrollo de la provincia. Y en el caso del Cantón Guamote, donde por muchos años, ha estado gobernado por líderes indígenas, ocupa el primer lugar en desnutrición infantil a nivel provincial, lo que equivale también al primer lugar a nivel nacional.
Frente a este azote nacional, se justifica todo propósito, toda lucha para bajar las altas cifras de desnutrición infantil que abruman a nuestra niñez, así como la unión y el fuerzo del gobierno nacional, de los gobiernos autónomos descentralizados provinciales y cantonales, de las instituciones públicas y privadas, de las fundaciones nacionales y organizaciones internacionales, para promover e impulsar la acción permanente en torno a lo que urgente e impostergable para mejorar las condiciones de vida de la población: la dotación de agua potable, canalización para la eliminación adecuada de excrementos, y sobre todo el fomento de la lactancia materna, el alimento más completo y saludable para niños menores de 2 años que reduce el peligro de la desnutrición.
Más allá de que la indicada Ley reciba el veto parcial o total del Ejecutivo por ciertos vacíos o deficiencias, lo destacable es que se abrió un espacio de reflexión y análisis a nivel nacional sobre uno de los problemas más graves que aquejan al presente y futuro de la Patria: la desnutrición infantil.