CARGO
Un nuevo liderazgo se suma al Consorcio de Gobiernos Autónomos Provinciales del Ecuador (CONGOPE). Lizeth Piedra Celi inició oficialmente su gestión como directora ejecutiva de la institución, en un acto que reunió a la Comisión Ejecutiva del consorcio y a varias autoridades nacionales.
El evento se desarrolló en un ambiente de compromiso y unidad, donde se destacó la importancia de fortalecer el trabajo conjunto entre los gobiernos provinciales y el Gobierno Nacional.
Piedra Celi, cuya experiencia profesional y visión estratégica la han posicionado como una figura clave dentro de la gestión pública, asume el desafío de consolidar procesos que permitan un mejor acompañamiento a las prefecturas del país.
Su liderazgo busca potenciar las acciones del prefecto Clemente Bravo, presidente del CONGOPE, y articular esfuerzos para consolidar una agenda común orientada al desarrollo territorial, la generación de oportunidades y la construcción de provincias más fuertes y equitativas.
Durante el acto estuvieron presentes autoridades provinciales como Roberta Zambrano, prefecta de Esmeraldas; Manuel Caizabanda, prefecto de Tungurahua; y Hermel Tayupanda, prefecto de Chimborazo. Todos coincidieron en la necesidad de trabajar con visión compartida, impulsando políticas que fortalezcan la producción, la conectividad, el desarrollo social y la defensa de los territorios.
Lizeth Piedra, en su intervención, subrayó que el reto del CONGOPE no solo está en la gestión administrativa, sino en consolidar un espacio de articulación que dé voz a cada provincia y que traduzca las demandas locales en políticas públicas efectivas a nivel nacional.
“El compromiso es caminar juntos, escuchando a los territorios, fortaleciendo las capacidades de las prefecturas y generando puentes para que las provincias tengan mayor protagonismo en el desarrollo del Ecuador”, manifestó.
La llegada de Piedra Celi al CONGOPE marca el inicio de una nueva etapa que apuesta por el diálogo, la unidad y la cooperación entre instituciones. Con este relevo, se refuerza la visión de que las provincias son el corazón del país y que, con una estrategia clara y conjunta, es posible construir un Ecuador más equitativo, descentralizado y con mayores oportunidades para sus ciudadanos.
