El maravilloso paisaje de las lagunas de Ozogoche de la parroquia Achupallas,cantón Alausí, fue el escenario natural desde donde se generó una llamada falsa a la línea única de atención para emergencias 911, realizada el pasado 6 de noviembre de 2017 para informar que varias personas se ahogaron.
Como era de esperarse, en cumplimiento de su misión, de inmediato, se movilizaron las ambulancias del Ministerio de Salud, las unidades de rescate del Cuerpo de Bomberos de Alausí y efectivos del grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la Policía Nacional. Lo que nadie esperaba que un inconosciente e irresponsable ciudadano había hecho esa llamada falsa. Ventajosamente, el autor, luego de la investigación correspondiente fue sancionado con 15 días de privación de la libertad y 662 dólares de multa, según el artículo 396, numeral 3 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).
Más allá del hecho delictivo del ciudadano irresponsable a causa de su ligereza y falta de conciencia social, lo grave del tema está en que, por esa llamada falsa, pudo haberse dejado de atender otras emergencias reales y, además, se utilizaron recursos estatales que bien podían haber sido empleados en otras circunstancias.
La ciudadanía debe tomar conciencia de la importancia, urgencia e inmediatez de las llamadas a la línea única de atención para emergencias 911 y saber utilizarla cuando realmente el caso amerite, porque no se puede jugar con estos recursos y herramientas que el Estado entrega para garantizar seguridad y atención inmediata en circunstancias especiales de desastres naturales, de accidentes de tránsito, de acciones delictivas y otras de la cotidianidad nacional.
