Este centro comercial situado entre el terminal terrestre y el parque acuático, funciona desde hace 15 años, pero en la actualidad sus locales están cerrando por la falta de clientes y la baja de las ventas. Tanto así que de 42 locales, apenas funcionan 20, quienes están en vías de quiebra, revela Pedro Arévalo, presidente de la Asociación de emprendedores.
Los comerciantes analizan las causas de la ausencia de clientes, entre estas enumeran el mal diseño de la estructura, que le comparan a un galpón de pollos, también a la falta de publicidad a través de rotulación, por lo que piden apoyo al Municipio. Además opinan que los locales de venta de cañas expenden licor y los borrachos ahuyentan a los turistas.
Arévalo recuerda que el año pasado, hasta junio funcionó bien este centro comercial con el impulso que le puso la comisaria municipal, Narcisa Medina, pero a raíz de que pasó a manos de la administradora de mercados, comenzó a decaer porque no se ha dado ninguna atención de esta dependencia.
Aunque las tarifas por arrendamiento son convenientes, no pasan de los 24 dólares mensuales, a la larga los comerciantes van a la quiebra por la ausencia de los clientes, dijo el Presidente. Los locales que se han quedado son de comida, ropa, artesanías, y los inflables para quienes ingresan a las piscinas del parque acuático.
Entre una de las soluciones, Arévalo señaló que se podría remodelar el lugar dejando un amplio patio sacando los locales de inflables y reubicándoles entre los locales de cañas. Aspiran contar con el apoyo municipal.
