La sabiduría popular, a través del refranero, pone en su punto situaciones, actitudes de las personas que, en determinadas circunstancias se salen de sus límites. Tal es el caso del mundialmente conocido “hacker”, Julian Assange reclamado por la justicia del Reino Unido y de Suecia, por delitos comunes y asilado en nuestra Embajada en Londres; pero además, generosamente declarado ciudadano ecuatoriano pese a sus insolentes declaraciones contra nuestro país.
Resulta que este ingrato personaje, luego de haber permanecido y aun permanecer por tantos años en condición de asilado del Estado ecuatoriano en Londres, con atenciones y afectos del régimen de la Revolución Ciudadana; ahora, que el presidente Moreno le quiere poner en su puesto, conminándole a comportarse de acuerdo con las normas que rigen para un asilado, amenaza con demandar al Estado porque considera que se han violado sus derechos, y lo hace través del mundialmente conocido abogado Baltasar Garzón. Sin duda, lo que más le debe doler al “hacker” es que se haya cortado la conexión por internet que le permitía realizar sus piraterías informáticas, mientras nuestra complaciente Cancillería de manera insólita, miraba a otro costado.
La sabiduría popular es rica en expresiones para presentar de cuerpo entero estas ingratitudes de la condición humana: “Cría cuervos y te sacarán los ojos”, “Perro que muerde la mano..”. En otra dimensión, algo ingrato está ocurriendo con los amigos de ayer: Petroecuador y PDVSA, la petrolera estatal venezolana que, luego de la tan proclamada solidaridad socialista del siglo XXI, ahora exige el pago de cerca de 400 millones de dólares por liquidación anticipada de intríngulis petroleros. “Así paga el diablo a sus devotos” volvería a apostillar el pueblo que finalmente, paga los platos rotos. De hecho este lío entre PDVSA y Petroecuador ahuyenta inversionistas extranjeros con las consiguientes repercusiones en la economía nacional y la creación de puestos de trabajo que tanto se necesitan ahora…
