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jueves, septiembre 25, 2025

Los paros indígenas

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Por: Kleber Mantilla

No se puede evitar un levantamiento indígena con pócimas mágicas y más estados de excepción. Peor, imponer con órdenes medidas económicas que atacan el bolsillo de los ciudadanos. La Confederación Nacional de Organizaciones Indígenas del Ecuador (Conaie) tiene la virtud histórica de ser la antípoda del poder político de varios gobernantes cuando aplicaron soberbias decisiones. De ahí, la importancia de establecer la estrategia del diálogo diáfano, oportuno y dócil con los líderes comuneros de un país multiétnico. Es decir, siempre será un peligro caer en la retórica de la confrontación, el pecado de la mentira política, la polarización desproporcionada y el uso del miedo como fórmula de gobierno.

Probablemente, al inicio el incremento del precio del diésel, de las gasolinas, del impuesto IVA y el alto costo de vida pasen desapercibidos en estratos sociales medios y acomodados. No obstante, el impacto real viene al sumar el nivel de inseguridad vigente, la violencia social acumulada, el paulatino empobrecimiento de la familia, la gradual destrucción ambiental en fuentes de agua y la nula empatía de los políticos con las necesidades de la gente. La Conaie activó una bomba de tiempo por estallar.

Si bien una gran parte del país comprende que el correísmo fue un vulgar costumbrismo delictivo de un clan de corruptos detrás de un espejismo ideológico regional, el cambio de rostros juveniles en la esfera política de hoy requiere legitimarse a través del diálogo colectivo. No cabe la soberbia y vanidad de un Régimen porque desencadenará más resistencia y rechazo como respuesta. Recordemos a Lenín Moreno: el enfrentamiento entre indígenas y policías, secuestro a periodistas, aquel traslado de Carondelet a Guayaquil; muertos, heridos y detenidos por centenas. Ese octubre de 2019, que coincidió con la primera administración de Donald Trump, y solo un foro de las Naciones Unidas (ONU) e Iglesia detuvo el caos. Hoy, Moreno está acusado por sobornos en el caso Sinohydro.

No olvidemos a Guillermo Lasso en 2022, los 18 días tenebrosos por el desabastecimiento del sistema de salud, precios de combustibles y la actividad minera en zonas protegidas. Un levantamiento popular fulminante que desató la ‘muerte cruzada’ y el final de un episodio de mediocridad absoluta que incluyó un magnicidio político comprometedor, aún pendiente. Así llegamos a Daniel Noboa que está obligado a releer la historia, razonar junto a los más pobres y no repetir errores. Es hora de parar el proyecto minero Loma Larga y crear consensos. Está aún a tiempo.

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