Por: Antonio Ricaurte
Increíble, pero cierto. Rafael Correa, en una entrevista reciente, ha dicho que Nicolás Maduro es una persona bondadosa.
1. La forma cómo Correa ha matado al correísmo es muy interesante. Es la aplicación perfecta de los manuales de estrategia y nueva comunicación política, pero al revés.
2. Para que un proyecto político tenga éxito se debe tener estrategia. Se debe tener claridad de lo que la gente piensa y siente. Para eso, se debe tener información técnica y científica: encuestas cuantitativas, cualitativas, una lectura seria de conversaciones y sentimientos en la web. Con esa información, hay que comunicar eficazmente (nueva comunicación política).
3. Lo que hoy representa el extinto correísmo es: caos y desorganización. Son políticos del pasado.
4. Con el argumento de que son políticos convencidos de su ideología, de su proyecto, de la defensa que deben hacer de líderes de izquierda, se han sepultado, han puesto sobre su tumba un bloque enorme de concreto.
5. ¿Qué es para la gente: izquierda, proyecto, ideología? ¡Nada! Palabras etéreas, sin sentido. Esas cosas solo les interesan a los políticos del siglo pasado.
6. ¿Qué representa para los ecuatorianos, defender a líderes como Maduro? ¡Un verdadero horror! Es odiado por el 85% de la gente en el Ecuador.
7. Si Correa ama a Maduro, debería amarlo en secreto. No gritarlo a los cuatro vientos, para seguir poniendo un poco más de concreto sobre su propia tumba.
8. El hacer todo al revés, está arrastrando al fango de la pestilencia política a autoridades que pudieron tener vida propia, como el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, y la prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga. Algunos fanáticos correístas dicen que, sin Correa, no habrían ganado la alcaldía ni la prefectura. Podrá ser así, pero al momento de llegar a ser autoridades, pudieron crear un liderazgo propio; lamentablemente, su cercanía a Correa, les está contagiando de lo negativo y tóxico que representa el personaje. Un individuo que ataca, insulta, persigue, difama.
9. Son libres de seguir en el mundo político antiguo y caduco de las ideologías, izquierda, derecha, centro, arriba y abajo. Si es así, dedíquense al activismo político de cafetín.
Siga amando a Maduro, señor Correa.
