RIOBAMBA
Lo que debía ser una verdadera fiesta deportiva terminó empañada por la violencia en Riobamba. Este 16 de junio, el estadio Fernando Guerrero Guerrero se llenó para presenciar el duelo entre Olmedo y Liga Deportiva Universitaria de Quito, por los dieciseisavos de final de la Copa Ecuador.
En el campo de juego, Liga de Quito demostró su jerarquía y golpeó primero con un gol de Lautaro Pastrán, tras una jugada rápida que dejó sin opciones al portero de Olmedo. Sin embargo, el conjunto local reaccionó con garra y logró el empate en el segundo tiempo por intermedio de Bryan Wittle, quien aprovechó un centro de Andrés Chicaiza.
Con el empate 1-1 en el tiempo reglamentario, el pase a octavos de final se definió desde el punto penal. Liga de Quito fue contundente en todas las ejecuciones, pero lamentablemente, Chicaiza estrelló la pelota en el vertical derecho en el primer lanzamiento para Olmedo.
Mientras en la cancha se vivía un duelo intenso, en las gradas se desataron enfrentamientos entre hinchas de ambos equipos que dejaron más de diez personas heridas. Botellas y objetos volaron, generando momentos de pánico entre familias y niños, y obligando a una pausa en el partido mientras la Policía y la Cruz Roja actuaban para controlar la situación y atender a los afectados.
Pese a que Liga de Quito logró avanzar en la Copa Ecuador, la jornada en Riobamba quedó marcada por la violencia, recordando la necesidad urgente de garantizar la seguridad y de promover una cultura de paz en el deporte. El fútbol debe ser motivo de unión, no de confrontación, para que la pasión que despierta cada partido se viva en un ambiente de respeto y celebración.
