La detección de influenza equina, subtipo H3N8, llevó a Agrocalidad a emitir una alerta sanitaria que abarca las provincias de Chimborazo y Pichincha, generando preocupación entre veterinarios, ganaderos y autoridades locales.

Los primeros síntomas, que incluyen tos seca, secreción nasal, decaimiento y pérdida de apetito, pueden parecer leves, pero el verdadero peligro surge cuando se presentan infecciones bacterianas secundarias, responsables de al menos tres muertes registradas en la zona.
La rápida propagación del virus y su impacto en la comunidad, se dice que los caballos son los más afectados, aunque mulas y asnos también han sido contagiados. La enfermedad se transmite con facilidad mediante contacto directo entre animales, pero también puede propagarse indirectamente a través de personas, objetos, agua o pasto contaminados con secreciones respiratorias.
Frente a esta emergencia, Agrocalidad ha implementado un conjunto de medidas preventivas y de control que buscan limitar la propagación del virus.
Entre las principales acciones se incluyen la notificación obligatoria de casos sospechosos, la suspensión de eventos con equinos como cabalgatas y exposiciones, la cuarentena estricta de predios con animales sintomáticos hasta confirmar la presencia del virus mediante exámenes clínicos, la vigilancia activa por parte de ganaderos y propietarios para asegurar el aislamiento y limpieza de los espacios, y la toma de muestras de los animales en un plazo máximo de 24 horas tras la notificación.
Como medida preventiva adicional, la comercialización de caballos, mulas y asnos en las zonas afectadas queda suspendida a partir del 14 de agosto, con el objetivo de evitar que el virus se propague a otras áreas. Prevención, higiene y colaboración, claves para contener el virus.
Mantener a los animales enfermos aislados, limpiar los establos de forma rigurosa y cumplir estrictamente con las disposiciones sanitarias son acciones esenciales para frenar la enfermedad. La rápida actuación de Agrocalidad, junto con la responsabilidad de ganaderos y veterinarios, permitirá contener la propagación del virus, minimizar las pérdidas económicas y evitar que más animales se vean afectados.