Tras la sorpresiva derrota ante Flamengo en el Mundial de Clubes, el mediocampista ecuatoriano dio la cara, evitó excusas y dejó un mensaje que contrasta con el tono habitual de los Blues. No fue un partido más. Chelsea cayó 3-1 frente a Flamengo en el Mundial de Clubes, dejando en evidencia una preocupante brecha entre sus expectativas y la realidad.
El marcador dejó al borde de la eliminación a los ingleses, reavivando las dudas sobre un equipo plagado de talento, pero falto de respuestas. En medio del desconcierto, Moisés Caicedo fue uno de los pocos en asumir la derrota con frontalidad. En la rueda de prensa posterior al partido, el volante ecuatoriano se desmarcó del guion defensivo que suele primar en estas instancias.
Sin titubeos, reconoció que el equipo no estuvo a la altura y descartó cualquier intento de justificar la caída. “Es complicado. Tantos partidos que tuvimos por la Premier League, en un nivel muy alto. Pero bueno, no es una excusa… Estamos aquí para competir, no vamos a meter excusas”, afirmó.
La frase, breve pero potente, deja entrever una madurez que contrasta con el desorden táctico mostrado en el campo. Mientras otros prefirieron guardar silencio, Caicedo asumió el liderazgo que su camiseta y su fichaje implican.
Su gesto, además, no pasó desapercibido entre la prensa inglesa ni entre los seguidores del Chelsea, que hace tiempo esperan más responsabilidad desde dentro del vestuario. El partido tuvo un condimento especial, fue también un enfrentamiento entre dos figuras de la Selección Ecuatoriana, ambos surgidos en la cantera de Independiente del Valle.
Gonzalo Plata, extremo del Flamengo, asistió en dos de los goles del equipo brasileño. Tras el pitazo final, los dos ecuatorianos se fundieron en un largo abrazo, intercambiaron camisetas y compartieron algunos minutos sobre el césped del Lincoln Financial Field, en Filadelfia.
