En el Jocay se está ejecutando uno de los proyectos más ambiciosos. El compromiso del Municipio de Manta es entregar la obra en febrero. Incluye el nuevo graderío, parqueaderos y cerramiento. Además, las torres de luz artificial con un mínimo de 850 lux (unidad de iluminación) que es lo que exige la Conmebol para los partidos de Copa Libertadores.
La directiva del Delfín confía en que se cumplirán los plazos y por eso apunta a jugar la fase de grupos de la Copa Libertadores en su cancha. No ha visto una segunda opción.
Si bien el estadio de Liga de Quito es el que mejor cumple con el cuaderno de cargos de la Conmebol, la directiva decidió darle mantenimiento a la cancha. La tarea se resume en colocación de una capa geotextil y del filtro base, para después poner tierra y enchambado.
El Olímpico Atahualpa será intervenido en 2020. La opción por la que se inclinan el Municipio, la comisión Proestadio, y la Concentración Deportiva de Pichincha es demolerlo para hacer uno nuevo con capacidad para 60.000 personas. Eso obligó a los equipos a buscar nuevas canchas.
El Nacional jugará en Cayambe. Este escenario ya cumple el cuaderno de cargos de LigaPro. De todas maneras, se hicieron algunos trabajos.
Oswaldo Imbago, director de Cultura y Deporte del Municipio de Cayambe, dijo que entre las principales obras están: mejoramiento del césped, arreglo de baterías sanitarias, construcción de graderíos, colocación de muebles en los camerinos, mejoramiento de las cabinas de transmisión, implementación de internet y apertura de dos puertas para ingreso de los buses de los clubes.
En el estadio Gonzalo Pozo Ripalda, de Aucas, se construyó una suite para autoridades,
además se está trabajando en la reposición de las bancas y la implementación
de oficinas para la parte interna (camerinos de árbitros y reuniones). Mientras, el césped está siendo tratado para mejorar el drenaje. Según el administrador del complejo, Raúl Camacho, todas estas tareas servirán para albergar la Copa Sudamericana.
