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domingo, junio 22, 2025

Nutrición y salud mental: lo que comes también influye en tu ánimo

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La alimentación no solo influye en la salud física, también tiene una estrecha relación con el bienestar emocional.  Cada vez más investigaciones confirman que existe una conexión directa entre lo que comemos y cómo nos sentimos.

La alimentación desempeña un papel clave en el equilibrio emocional.

Esta relación se explica a través del eje intestino-cerebro, un sistema de comunicación entre el sistema digestivo y el sistema nervioso central, donde la microbiota intestinal cumple un rol clave en la producción de neurotransmisores que afectan el estado de ánimo, el sueño y el comportamiento.

De acuerdo con la nutricionista de Vita Alimentos, Ana Altamirano, “la salud emocional no depende únicamente del contexto o las emociones, también de los nutrientes que consumimos. Una dieta rica en fibra, probióticos, proteínas y vitaminas puede ser una aliada para mantener el ánimo estable y prevenir desequilibrios emocionales”.

A continuación, la especialista detalla cómo una correcta alimentación puede impactar positivamente en la salud mental y qué tipo de nutrientes deben estar presentes en la dieta diaria para fortalecer esta conexión entre el intestino y el cerebro.

1.Fortalecimiento de la microbiota intestinal y producción de serotonina: La serotonina, conocida como la “hormona de la felicidad”, es uno de los principales neurotransmisores que regulan el estado de ánimo, el apetito y el sueño.

2.Prevención de ansiedad, irritabilidad y fatiga a través de la alimentación: Una dieta baja en nutrientes esenciales como vitaminas del complejo B, magnesio, hierro u omega 3 puede causar fatiga, cambios de humor y ansiedad.

Los lácteos aportan varios de estos nutrientes clave, ayudando a estabilizar la energía y apoyar la función neurológica. Alimentos como pescados azules, nueces y semillas también benefician la salud cerebral por su contenido de omega 3. 

En contraste, el consumo frecuente de azúcares, grasas trans y ultraprocesados altera la microbiota intestinal y provoca fluctuaciones de glucosa que afectan directamente el estado de ánimo y la concentración.

3.Mejora del descanso y regulación del apetito: El descanso reparador también está vinculado con lo que comemos. Un desayuno que combine proteínas, grasas saludables y fibra contribuye a regular los niveles de azúcar en sangre y favorece un estado de ánimo más estable durante el día.

La leche y el yogur, por su contenido de triptófano, no solo ayudan a producir serotonina, sino también melatonina, hormona responsable de regular el ciclo del sueño. Además, la caseína proteína presente en la leche ayuda a mantener la sensación de saciedad, lo que puede evitar el picoteo emocional o por ansiedad.

Incluir alimentos como avena, quinua, frutos secos y frutas enteras en el desayuno contribuye a mantener un nivel de energía constante, sin los altibajos que pueden generar irritabilidad o cansancio extremo.

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