Centro Deportivo Olmedo atraviesa una crisis futbolística que ya no se puede disimular, un equipo desordenado, sin ideas y con un cuerpo técnico que no encuentra respuestas, el cuadro riobambeño cayó 2-1 ante Sonorama FC, que volvió a mostrar la solidez con la que inició el campeonato.

El resultado fue justo. Sonorama supo leer el partido, golpeó en los momentos precisos y mantuvo siempre la ventaja en el marcador. Quiñónez y Quino firmaron los goles que le dieron la victoria a los visitantes, mientras que Mercado descontó para un Olmedo que solo maquilló su opaca actuación.
El análisis del Ídolo de Riobamba recae en la falta de jerarquía, sin un mediocampista que marque la pauta, un equipo carente de un creador que organice el juego y con un ataque que no intimida. El diagnóstico es evidente, al plantel le faltan al menos cuatro piezas para ser competitivo, un central sólido, un volante de contención, un armador y un delantero con gol.
El técnico Cristian Castro tampoco logra ordenar las piezas que tiene. Su lectura del juego quedó en evidencia frente a un Martín Cisneros que, al mando de Sonorama, movió las fichas con inteligencia, hizo los cambios adecuados y terminó imponiéndose desde la pizarra.
La derrota golpeó fuerte en la hinchada olmedista. Muchos acudieron al Olímpico confiados en un triunfo frente a un rival que ya no tenía opciones de clasificación. Sin embargo, el contraste fue distinto, mientras Olmedo se enredaba en sus propias falencias.
Al final del encuentro, jugadores de ambos equipos intentaron cruzarse con reclamos y gestos que estuvieron cerca de una pelea. El episodio no pasó a mayores, por la intervención de la Policía Nacional.