En una intervención llevada a cabo en la madrugada del 8 de agosto, efectivos de la Brigada de Caballería Blindada del Ejército Ecuatoriano ejecutaron un operativo militar en el Centro de Privación de Libertad (CPL) “Chimborazo”.
Esta acción forma parte de una serie de medidas estratégicas adoptadas por las Fuerzas Armadas para reforzar el control y la seguridad dentro del sistema penitenciario nacional. La intervención se desplegó con total sigilo y contundencia, sorprendiendo a los internos y al personal del centro penitenciario.
Según fuentes oficiales, el operativo tuvo como objetivo detectar e incautar objetos prohibidos que representan un riesgo para el orden interno. La operación se enmarca en los esfuerzos del Estado ecuatoriano por retomar el control total de las cárceles, muchas de las cuales han sido escenario de violencia y actividades delictivas en los últimos años.
Los resultados del operativo revelan una preocupante realidad. Las autoridades incautaron 9 teléfonos celulares, 38 dosis y 2 paquetes de marihuana, 8 pipas artesanales, armas cortopunzantes, cigarrillos, cargadores, dos parlantes, audífonos y otros artículos no permitidos.
Este hallazgo confirma que, pese a las restricciones carcelarias, las redes del crimen continúan operando desde el interior de los centros penitenciarios. Los teléfonos móviles, en particular, son considerados herramientas clave para la coordinación de actividades ilícitas desde prisión.
La estrategia apunta no solo a la incautación de objetos ilegales, sino también al debilitamiento de estructuras criminales que operan tras las rejas. En paralelo, se trabaja en la articulación de nuevas tecnologías y protocolos para evitar el ingreso de estos elementos.
Este operativo en Chimborazo se suma a una serie de acciones similares realizadas en los últimos meses, en el marco de un plan nacional de seguridad penitenciaria.
